UCV Núcleo Cagua continúa en «terapia intensiva y grave»

Desde mediados del año pasado y en lo que va de este, por los diferentes canales de comunicación se ha denunciado la situación del Núcleo de la Universidad Central de Venezuela, instalación que muestra las cicatrices de la desidia y la indolencia.

Aseguran que esta es la situación actual dentro de la UCV

Actualmente la UCV en el municipio Sucre del estado Aragua presenta «una cara» que llena de tristeza y dolor a sus dolientes.

Está el Núcleo Cagua en «terapia intensiva y muy grave», dijo Reinaldo Barroeta, ingeniero egresado en el año 1991, resaltando que su situación se agrava más porque prácticamente está cerrada.

«Hay un paro técnico que está acabando con todas las esperanzas de poder sacar a este Núcleo en el estado que se encuentra. Indigna que las autoridades del país y de la propia Universidad están dejando pasar el tiempo, y con ello el deterioro es total», expuso.

Los dolientes del Núcleo de la UCV solicitan que las autoridades se aboquen a rescatar los espacios

Hace poco, enfatizó, comenzando este año, corrió la voz que «le meterían mano» a esas instalaciones, considerando el retorno controlado a las aulas de clases en medio del decreto nacional de emergencia por el Covid-19, pero esa esperanza se esfumó porque el núcleo diariamente está desolado, en ocasiones algunas personas la merodean, pero no con el fin de solventar.

«No sé cuántas veces se ha denunciado el vandalismo de cual ha sido blanco la UCV en Cagua; los compañeros de Viva la UCV, que van adelante como medio informativo del movimiento estudiantil venezolano, nos han mantenido al día con lo que ocurre, pero no pasa nada; ahí están los espacios solos y abandonados», consideró Barroeta.

El vandalismo se adueñó de todo en el Núcleo de Cagua

Con el paso de los meses, desde agosto para acá detalló el denunciante, «manos asesinas» han desmantelado algunas áreas, techos de andenes, pingpódromo, entre otras.

Se han llevado sillas de varias aulas, estantes, ventanas y el transformador que quedaba. «Ya no quedan carteleras, tampoco puertas», añadió el ingeniero.

Hizo un llamado «una vez más a las autoridades nacionales, tanto del Ejecutivo nacional como de la propia UCV para que se aboquen y den solución a la grave situación que sólo refleja el abandono, el olvido y la negligencia, en ocasiones hasta con alevosía y premeditación».

HBRI. | elsiglo