Yoel Finol, subcampeón olímpico del peso mosca -52kg de Río 2016 y máxima figura del boxeo criollo en el alto rendimiento, se medirá al local japonés Ryomei Tanaka en primera ronda de su división, un duelo pactado a partir de las 10:30 pm del domingo 25 de julio en lo que será su segunda experiencia consecutiva en los Juegos Olímpicos Tokyo 2020.
“En lo único que pienso es en ratificar esa medalla, cambiarle ése color y ser el nuevo medallista de oro olímpico de Venezuela”, reitera el púgil merideño, a quien el olimpismo sorprendió el 11 de septiembre de 2018 en plena ruta de clasificación a Tokyo 2020, fecha en la que recibió una noticia muy alentadora: su bronce olímpico cambió a plata gracias a la reasignación hecha por el Comité Olímpico Internacional debido al positivo por dopaje del ruso Misha Aloian.
Esa metamorfosis olímpica de su medalla empujó el camino a Japón del púgil andino, quien dejó atrás los fantasmas del pasado y apegado a su inteligencia emocional, se ha fortalecido al punto de proyectar su carrera al ámbito profesional radicado en Colombia con tres éxitos probados bajo la guía técnica de Jorge Zerpa.
“Ya las cartas están sobre la mesa. Ya tenemos nuevo rival en estos Juegos Olímpicos donde espero dar lo mejor por mi país y poder convertirme en el nuevo campeón olímpico del boxeo”.
El talentoso pegador deberá superar en su primer escollo al nipón, y esa victoria lo enfrentaría ante HU Jianguan (CHN) o Alakhverdovi Sakhil (GEO), quienes combatirán posterior al venezolano.
Camino a sus segundos Juegos de Verano, el subcampeón olímpico logró plata en los Bolivarianos de Santa Marta 2017, fue abanderado y campeón de los Suramericanos Cocha 2018 y acumula tres victorias como profesional, una de ellas por la vía rápida. Logró su boleto olímpico gracias a la asignación por cuota mundial por parte del Grupo de Trabajo de Boxeo (BTF).
A la fecha, sólo la taekwondista Adriana Carmona ha podido subir dos veces a un podio olímpico por Venezuela con sus bronces en Barcelona 92’ y Atenas 04’, sin embargo, Finol apela a la experiencia en un ciclo olímpico extendido a cinco años por la pandemia para cambiar con sus puños el color de su medalla: “logramos un bronce que fue plata y ahora quiero que sea de oro”
