Ayer 2 de febrero y como cada año en muchos lugares del mundo, del cual no escapa Venezuela, se conmemoró el Día de Nuestra Señora de la Candelaria, que recuerda al pasaje bíblico de la presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén y la purificación de su mamá, la Virgen María después del parto.
Y es que esta es una celebración popular, donde se honra la advocación aparecida en Tenerife, Islas Canarias, al suroeste de España, a principios del siglo XV, también se conoce con varios nombres, la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas, todos ellos expresan el significado de la fiesta: Cristo, la Luz del mundo presentado por su madre en el templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de Candelaria. Es la luz contra los demonios.
Ante este panorama, en el eje Este del estado Aragua, al Día de La Candelaria se le conoce como el fin de la temporada de Navidad. Fecha indicada de generación en generación, para recoger el pesebre, con todo lo que hay en él, como la sagrada familia, la mula y el buey, los Reyes Magos y como olvidar las casitas, ovejitas, luces y hasta los papeles que asemejan las montañas del recreado Belén.
Además de ello, pese a que este 2021 esta festividad transcurrió en medio de una semana de confinamiento radicalizado, muchas fueron las familias que continuaron con los rituales tradicionales como la paradura del Niño, la cual da punto y final a una serie de oraciones iniciadas el primer día del año.
La señora Juana de Madriz fiel a su tradición
Con respecto al tema, la señora Juana de Madriz, quien reside en La Victoria, municipio Ribas, explicó: “Todos los 2 de febrero realizamos nuestra paradura con toda la fe que podemos y más este año que también está marcado por la pandemia. Nosotros como siempre, pero esta vez en familia en medio de la humilde fiesta por la misma situación, escogen los padrinos, quienes además de su rol en el ritual, están comprometidos en la medida de sus posibilidades encargarse de llevar algo para compartir en familia. Es una costumbre muy bonita que no debe dejarse a un lado y donde además de venerar al hijo de Dios, nos sirve para unirnos”.
Aunado a esto, la señora Juana explicó que el día propio de la Paradura del Niño, los presentes entonan villancicos pidiendo al Niño Dios bendiga las casas, las familias, los empleos, los animales y cada petición particular. La ceremonia se inicia con el reparto y encendido de velas comunes y corrientes entre los presentes, correspondiendo a los padrinos las velas más grandes y adornadas.
Posteriormente, se pasea al Niño Jesús en un pañuelo, en medio de cantos y cuando termina el paseo, el Niño es colocado de nuevo en el Pesebre, pero de pie. Todos rodean el nacimiento y frente a él se paran los padrinos con un pañuelo con ofrendas en sus manos, mientras los cantores entonan los últimos aguinaldos de la temporada.
“Este año todo fue realizado en familia y desde lo que cada uno pudo cooperar, aquí vivimos mi esposo una de mis hijas y mis tres nietas. Entre todos cooperamos para que saliera todo muy bonito”, dijo.
Por su parte, muchos otros ciudadanos toman el día para desmotar lo colocado en diciembre. Comentaron que es una forma de cerrar la navidad y proseguir con un año que auguran como lleno de bendiciones, éxitos, prosperidad y sobre todo salud.
“Mi costumbre es que todo lo navideño se puede ir quitando, menos el pesebre ese se retira el 2 de febrero. Es una tradición que viene desde hace muchos años y que yo sigo preservando. Este 2021 lo hice en compañía de mis hijos que están en casa por la radicalización, pusimos gaitas por última vez, hicimos un almuerzo y lo más importante despedimos al Niño Dios y lo colocamos en su altar. Es algo muy bonito y simbólico”, mencionó Diana Campos de El Consejo, municipio Revenga.
En resumidas cuentas, el Día de La Virgen de La Candelaria o Día de la Candelaria, sigue presente en cientos de familias de eje Este de Aragua, quienes la utilizan para contribuir con su fe y aunado a esto acrecentar los valores familiares.
