De disparo en la cabeza asesinaron a un agricultor

De un certero disparo a la altura de la cavidad craneal, delincuentes que en los actuales momentos están siendo investigados por una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, adscrita a la base de Homicidio de Villa de Cura, asesinaron a un trabajador del campo.

La víctima de ese hecho de sangre fue identificada como Franklin José Lucena, de 30 años de edad, padre de una niña que no reconoció y de oficio agricultor, informó su progenitor Miguel Lucena, quien se acercó en horas del mediodía de ayer a la Morgue de Caña de Azúcar.

Miguel Lucena clamó justicia por la muerte de su hijo

Manifestó que su hijo, quien residía en el sector Juambra en la jurisdicción de Guïripa, en San Casimiro, se levantó a temprana hora de la mañana del sábado para dirigirse a su trabajo ubicado a unos dos kilómetros de su residencia.

Luego de desayunar y despedirse de sus seres queridos como siempre solía hacerlo, “mi hijo salió con su vianda de comida y a un kilómetro aproximadamente, unos desconocidos lo interceptaron y tras un intercambio de palabras fuera de tono, le dispararon directo a la cabeza”, indicó el denunciante.

“No le llevaron su cartera, donde guardaba cierta cantidad de dinero, cosas personales y la comida”, expresó con su rostro marcado por el dolor y el llanto tras conocer la muerte de su hijo.

“De allí lo trasladamos al ambulatorio de la localidad, después los facultativos lo refirieron al Hospital Ranuarez Balza en San Juan de los Morros, donde lo atendieron inicialmente. Como no le garantizaban la vida, debido a la gravedad, nosotros lo llevamos al Hospital Central de Maracay, pero desafortunadamente llegó sin signos vitales. Dejó de existir en el trayecto, comentó.

“No se qué pasó con mi muchacho, no le quitaron bienes materiales, sino lo más preciado del ser humano como es la vida”, expresó.

“Fue algo desconocido, y todo apuntaría a una muerte por encargo”, adicionó el denunciante.

Franklin José nunca estuvo preso por ladrón, homicida ni mucho menos un azote de barrio o distribuidor de drogas. “Yo se quién era mi muchacho”, manifestó.
“Tampoco tengo conocimiento quienes fueron los autores del crimen, y la investigación quedó en manos de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Espero que esos señores hagan algo y el crimen no vaya a quedar impune.

Finalizó diciendo lo siguiente: “Estoy destrozado y no entiendo como es posible que le quiten la vida a una persona que lo daba todo por el trabajo de la agricultura. Ese hecho no debería quedar sin castigo”.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo