Numerosos son los comerciantes que hacen vida en el eje Este del estado Aragua que se quejaron por al alto nivel de pérdidas que han registrado los últimos días, a consecuencias de las fallas en la red eléctrica nacional. Indicaron que para nadie es un secreto la crisis económica que los golpea, sin embargo, el mes que pasó se acrecentaron, trayendo consigo malestar y desesperanza.
Y es que según los dueños y encargados de estos lugares de comprar, que bordean principalmente las zonas céntricas de los cinco municipios del eje, esta dificultad ha dejado a un lado la teoría de que las ventas mejoran conforme pasa el año, pues por el contrario, han tenido más mermas que en meses muertos como enero.
Asimismo, muchos comentaron tener a la vista la temible quiebra, pero es lo que más se les acerca, debido a las deudas que muchos experimentan a raíz de la poca venta y la pérdida de mercancía, en el caso de los locales de ventas de alimentos, productos cárnicos, charcutería y hasta frutas y delicateses, dejando un panorama bastante gris para lo que queda de año.
“Tenemos por lo menos cuatro años tratando de que nuestro negocio sobreviva por los problemas económicos, pero estos apagones que sucedieron tan seguidamente nos dejaron muy mal, puesto que las ventas con la que realizábamos las inversiones se paralizaron y hasta hubo que gastar más para poder preservar la mercancía, pues no contábamos con plantas”, dijo Régulo De Freitas, encargado de una charcutería.
En concordancia con De Freitas, Fátima Sousa agregó: “Estamos en un nivel bastante crítico, pues de suscitarse nuevos apagones, podríamos quedar fuera de la jugada comercial, porque los anteriores nos dejaron bastante que desear, con comida perdida y demás, mercancía que en ocasiones no se habían cancelado, pues las ventas darían los dividendos para la inversión”.
Ricardo Montes de Oca calificó lo acontecido con la energía eléctrica en los comercios como un tsunami que arrasó con todo a su paso. “Habíamos tenido meses muy malos, pero este mes de marzo nos dejó mal. Y por lo que creo el ambiente no cambiará, ya que seguir es duro, con una economía en picada y ahora con poco que invertir”.
Por su parte, Emily Rebolledo expresó: “Yo soy trabajadora de una tienda de calzados y pareciera que este mes de marzo no hubiésemos trabajado, fueron demasiados lo que nos limitamos a vender, por este problema de la luz, porque nadie tiene efectivo y los puntos estaban caídos cuando llegaba la energía. Es un desastre todo, ahora hay que ponernos las pilas y trabajar con lo poco que tenemos, deseando que nuestro lugares de trabajo no cierren”.
Para finalizar, los vendedores de esta parte de la entidad aragüeña exclamaron esperar que salga “una luz de esperanza al final del túnel”, pues no ven como salir de este hueco donde muchos de ellos fueron a parar. “Si antes nadie quería invertir en Venezuela, por lo menos de hace dos años para acá, imagínense ahora que existen estos problemas que no han sido resueltos”, puntualizó Armando Ortega.
DANIEL MELLADO | elsiglo
