Niño de cuatro años presenció cuando el sujeto apuñaló a su madre

Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, adscrita a la División Regional de Homicidios, anclada en el sector San Pablo, en Turmero, se encargó de las investigaciones relacionadas con la muerte de una ciudadana, identificada como Yeinni Yaneth Fernández, de 37 años de edad, quien residía frente al Comando de la Policía del municipio Francisco Linares Alcántara.

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Los mejores investigadores están abocados a dar una respuesta contundente sobre el clamor de la vecindad que clama justicia ante el vil asesinato de la señora ocurrido presuntamente en horas de la noche del pasado sábado o sino en horas de la madrugada del domingo.
Los hechos se registraron en la habitación de uno de los ranchos de Fundacoropo, específicamente en la calle Santísima Trinidad, parcela sin número, en la parroquia Santa Rita.

Los sabuesos no manejan una versión clara del suceso, es decir cuál sería el móvil del crimen, y eso tendría que explicarlo el homicida, una vez que se logre su aprehensión, la cual se materializaría en el transcurso de las próximas horas, según lo informado a los periodistas.
El proceso está en su fase de investigación científica. Sin embargo, se maneja un abanico de conjeturas y mientras no se demuestre lo contrario, todas las hipótesis son válidas.

Aunque se dijo que el individuo habría tenido ese acto de intimidad, pero de eso hay sospechas. Al estar en la casa, el individuo prendió el equipo de sonido a todo volumen para desorientar a los vecinos y dar la sensación de que estaban disfrutando de unos tragos y de pareja.

Las hondas sonoras aturdieron a los vecinos y eso imposibilitó a que escucharan el pedido de clemencia de la víctima y el crimen fue presenciado por el niño de cuatro años, hijo de la señora Fernández.

Se comentó que el pequeño, delante de los funcionarios y los habitantes de la zona, señaló en cuatro oportunidades a William como el autor de la muerte de su progenitora.

El chiquillo habría expresado lo siguiente: “William mató a mi mamá”, y en las primeras de cambio, nadie le creyó, pensando que estaría inventando una historia irreal.

Se dan cuenta de la macabra historia, cuando el dueño de la vivienda, el señor Juvenal Almea, quien se encontraba en Colombia, trabajando y que regresó al país porque su mujer parió recientemente y había dejado la casita bajo el cuido del sujeto, se trasladó a la misma a darle una vuelta y constatar que todo estuviese al día.

Tocó la puerta en varias ocasiones y cómo nadie atendió, Almea ingresó a la parte interna de su propiedad, encontrándose con semejante escena dantesca en uno de los cuartos e inmediatamente pidió el apoyo de la comunidad para que sirviera de testigo.

Es así como se descubrió ese dantesco crimen que conmovió a los pobladores de Fundacoropo, en Santa Rita y todas las sospechas recaen en William.

LLEVABA MUCHAS MUJERES

Por otro lado, se dijo de manera extraoficial que el trabajador del Mayorista, dándosela del “Casanova de la ciudad”, solía llevar frecuentemente a muchas mujeres a ese rancho y allí se armaba la “parranda”.

También se indicó que Yeinni conoció a ese sujeto en el Mayorista, y con el tiempo estableció una relación de amistad, la cual pasó a ser una relación de “unos amigos con derecho”.

Y el sábado en la tarde, la ciudadana le manifestó a sus seres queridos que saldría a un sector del que no dio mayores detalles y en un par de horas estaba de regreso a la casa, llevándose a la criatura. Su único testigo.

Se trasladó a encontrarse con “la muerte”. La víctima, de oficio del hogar, dejó cuatro hijos en la orfandad. Sus restos fueron trasladados a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley. Los vecinos piden el mayor de los castigos contra el responsable del vil asesinato.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO Y FAUSTINO PÉREZ