En una emotiva y significativa celebración, la ciudad de Maracay conmemoró el Domingo de Resurrección en su Catedral, donde se llevó a cabo la tradicional bendición del agua, la develación de la imagen del Cristo Resucitado y la entrada de la Virgen del Aleluya.
A lo largo de la Semana Santa, miles de fieles asistieron a la Catedral de Maracay para participar en las diferentes actividades religiosas y devocionales. El Domingo de Resurrección no fue la excepción, y la comunidad católica se unió en una eucaristía cargada de esperanza y alegría por la resurrección de Cristo.
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Durante la ceremonia, el agua fue bendecida simbolizando la pureza y la renovación espiritual que representa la Pascua. Asimismo, los creyentes pudieron ver la imagen del Cristo Resucitado como recordatorio de su victoria sobre la muerte para proclamar su mensaje de amor y salvación.
Virgen de la Aleluya
La entrada de la Virgen del Aleluya, es una tradición que lleva tres años en la Catedral de Maracay y consiste en cambiar las vestimentas negras de luto de la Virgen Dolorosa por ropa blanca, simbolizando su gozo por la resurrección de su hijo Jesús, mientras suena la pieza “Hallelujah” de andel.
La celebración concluyó con la bendición final y la invitación a los fieles a vivir la Pascua como un tiempo de renovación espiritual, amor fraterno y esperanza en un futuro de paz y reconciliación.
Luego de la eucaristía, el padre Jesús Díaz, párroco de la Catedral de Maracay, aseguró que la iglesia católica celebró que Jesucristo está vivo. “Hemos transitado durante esta Semana Mayor cada uno de los misterios de la pasión y muerte del Señor y finalizamos con este gozo de la resurrección”, detalló.
Asimismo, comentó que la noche del sábado, el obispo, monseñor Enrique Parravano, presidió la vigilia pascual, donde se hacía la bendición y el encendido del sirio que representa la luz de Cristo resucitado.
“No puede haber cristiano con cara triste, sino que debe llevar la sonrisa de un Dios que está vivo”, aseguró el párroco, citando al Papa Francisco.
Por otra parte, el padre Jesús Díaz afirmó que el mensaje es vivir la pascua del Señor, para lo cual se debe participar de la celebración de la santa misa. “Nuestra fe debemos alimentarla cada día, porque así como necesitamos muchas cosas en nuestro diario vivir, también necesitamos de la palabra de Dios”, finalizó el sacerdote
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
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