Muchos venezolanos han emigrado y regresado a su patria, donde están comenzando con el mismo emprendimiento que iniciaron en su país de acogida. Esta historia corresponde a “Dulces Obsequios” de Edith Abad, que nació en República Dominicana, y que ahora llegó a la ciudad de La Victoria con una propuesta realmente deliciosa.
Esta victoriana amante de las galletas se ha venido especializando en este arte y crea realmente bellezas con diversos motivos que sirven para dar un obsequio único, ya que se ha dedicado a personalizar estas piezas, que parecen obras de arte comestibles.
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Siempre ha trabajado en la galletería y cuando emigraron las cosas no fueron tan fáciles y por eso era el momento de emprender en otro país, “me di cuenta de que era una alegría para los niños ver las galletas decoradas, es algo diferente”.
Esto además de fuente de ingresos, es una pasión para Abad, por eso le transmitió este amor por la masa dulce a su hermana, quien se quedó en República Dominicana con esta misma pasión.
Este dulce emprendimiento tiene como bastión la familia, ya que todos son parte importante de su desarrollo, manteniendo su renovada creencia en el país y en su habilidad repostera.
Desde su regreso, la aceptación fue alta; el trabajo y el amor por este oficio fue retribuido, no sólo en compras, sino en halagos y compartir en redes sociales, por eso poco a poco pasa a ser referencia en La Victoria.
Dulces Obsequios tiene muchos motivos
Sus galletas son obsequios comestibles, “no es como las flores que se dañan, esto se come y se disfruta, me parece que es un obsequio muy rico. Siempre hay que innovar, porque todos le ponemos un toque especial y el mío es hacer unas galletas especiales, con una gran diversidad de motivos y dibujos, las cuales son un gran boom”.
Hay galletas para matrimonios, cumpleaños, bautizos, también elabora las tradicionales craqueladas, que se convierten en el regalo realmente ideal.
KARLA TRIMARCHI | elsiglo
