El feminicidio y la oportunidad de prevenirlo

Al asesinato a mujeres por condición de género se le llama “feminicidio” y en los últimos dos años este tema tuvo una frecuente presencia en los medios, por lo que surgen preguntas acerca de como prevenirlo.

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Las mujeres buscan los mecanismos de defensas ante el agresor. FOTO REFERENCIAL

El hecho violento se materializa luego de actos sutiles de violencia psicológica o física, que según datos, suelen venir de personas con alguna filiación, ya sea amigos, familia o pareja que represente culturalmente una autoridad; es en esos momentos de agresión cuando se detectan las primeras señales para evitar la muerte.

En este sentido, prevenir el feminicidio es posible si la víctima presta atención y actúa frente a esos signos sutiles de violencia basada en género.

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Psicóloga Elymar Rondón. FOTO CORTESÍA

La psicóloga y especialista en vulnerabilidad y prevención de violencias contra niños, niñas y adolescentes, Elymar Rondón, ha trabajado con grupos de mujeres en ONG y en casos de migrantes y refugiados. La experta habla del tema desde una perspectiva histórica, psicológica y antropológica sobre como se construye un feminicida; además, brinda herramientas acerca de como prevenirlo.

Según Rondón, las mujeres que viven en hogares disfuncionales, relaciones abusivas o algún entorno conflictivo, son más vulnerables a ser víctimas por feminicidio. “Pensar que la mujer es sumisa, que debe cumplir las órdenes de su pareja, que le pertenece a su pareja, etc., forma parte de los pensamientos que alimentan la mente del agresor o posible feminicida”.

Casos de feminicidio más relevantes

La muerte de Valentina Trespalacios a manos de su novio, estremeció a Colombia. FOTO CORTESÍA

Los casos de asesinatos a mujeres en Suramérica son más frecuentes en países como Colombia, Perú y Venezuela. Así ocurrió con la DJ bogotana, Valentina Trespalacios, quien murió estrangulada a manos de su novio y encontraron su cuerpo en la basura el pasado 22 de enero.

Un caso similar fue el de la peruana Aydee Huaman, asesinada por su pareja dentro de la casa ubicada en Arequipa, Perú, y posteriormente su cuerpo fue hallado con signos de tortura en un costal. El hombre confesó el crimen a la policía luego de ser detenido.

Asimismo, hubo un caso reciente en Caracas, Erika Yoneida Sánchez, de 33 años, murió por asfixia mecánica, según los datos del forense. Su esposo se encuentra detenido por ser el sospechoso del crimen, pues él la llevó al hospital y aseguró que ella sólo tenía dificultad para respirar, pero posteriormente detectaron que la víctima tenía señales de “estrangulamiento por mano”.

En cualquiera de los anteriores casos hubo señales de forcejeo y violencia antes del feminicidio.

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Poder, violencia y tu rol en la prevención del feminicidio

La psicóloga Elymar Rondón describió que el poder “está donde hay diferencia de edad, de estatus social o económico, de capacidad física, en el nivel de conocimientos o experiencia, etc.”.

Según la experta, estas diferencias pueden servir para corregir, poner límites, ser asertivo al momento de comunicarlos y transmitir respeto. Sin embargo, suele suceder que haya un mal uso del poder en el hogar. La persona violenta utiliza el poder para manipular, controlar o agredir a quien considere que es de su propiedad.

“Culturalmente se ha enseñado a ser autoritarios, pero no a tener autoridad, por ejemplo: si tú eres madre o padre, tienes más poder o autoridad que tus hijos, pero la forma en que usas ese poder será la clave”.

El buen o mal uso de estas capacidades en el hogar influirá en como serán los hijos en su adultez. Resaltó que “ese poder lo usas para cuidar a otros o a ti mismo”. De lo contrario, pueden crecer con la idea de que tener poder y autoridad es: “usarlo para obtener lo que quiere de esa otra persona, sin importar si está siendo agredida o no”.

En consecuencia, vivir con una idea distorsionada del poder y la autoridad, se apoya de los prejuicios. La psicóloga indicó, “cuando se habla de desigualdad de género, se demuestra que el poder lo ha tenido históricamente el hombre a través de la imposición de los estereotipos y roles de género en la cultura”.

“El feminicida no nace, se hace”

De acuerdo a estudios de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), “la violencia contra las mujeres se origina a partir de normas de género que promueven la autoridad de los hombres en la sociedad y en la familia y a partir del uso de la violencia por parte de los hombres para ejercer el control sobre las mujeres”.

Los hombres que crecen en hogares disfuncionales y marcados por la desigualdad de género, son más propensos a cometer feminicidio.

Elymar Rondón caracterizó que “un hombre que agrede a una mujer tiene la percepción de que la debe corregir porque no satisface la imagen de mujer ideal, entonces cree que hay que hacer algo para corregirla, y lo hará como aprendió a tener poder desde el abuso: criticando, burlando, golpeando, obligando o eliminando”.

Otros expertos coinciden en que los métodos para “corregir” son violentos y basados en el género, entendida la violencia como el “uso intencional de la fuerza física, el poder o amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad, que tiene como resultado el daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o mal desarrollo”, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Como resultado, nace lo que los especialistas llaman violencia basada en género, “cualquier acción que busque devaluar, controlar o dañar a una o varias personas por el hecho de pertenecer a un género en específico. Por ejemplo, violencia sexual contra los varones, violencia psicológica contra la mujer, etc.”.

Prevención

Por esta razón, es necesario prevenir desde el hogar y la crianza de los hijos cualquier mal uso del poder o la autoridad y evitar actos violentos motivados por los prejuicios sociales.

Si no se previenen esas formas de violencia, se dejará la puerta abierta al trágico desenlace: el feminicidio. Por los estereotipos, el mal uso del poder, el entorno violento, Elymar Rondón, quien también es docente, afirmó que el feminicida no nace, se hace.

En este sentido, la psicóloga brindó algunas herramientas para prevenir el feminicidio:

  1. Educación accesible sobre expresar las emociones saludablemente.
  2. Talleres sobre relaciones sanas.
  3. Formación basada en el respeto.
  4. Documentación médica sobre la sexualidad.

Además existen otros pasos preventivos para el feminicidio:

  1. Como familiar o amigo ayuda a esa persona que sufre violencia. Acércate y bríndale materiales acerca de la agresión.
  2. Si eres una persona que sufre violencia basada en género, busca el apoyo de personas que te puedan escuchar.
  3. Usualmente, el feminicida aleja a las amistades de la víctima, al quedar aislada, la agrede. Ante esto, ubica tu red de apoyo más cercana.

La experta recomienda que se acuda a la atención inmediata o intervención en crisis con enfoque de género en centros de salud ante la presencia de una mujer que haya experimentado violencia basada en género.

La parte legal no puede faltar, uno de los pasos para crear un espacio confiable en donde la víctima de violencia se sienta segura, se trata del seguimiento y conclusión de denuncias por violencia basada en género ante los organismos de seguridad.

Finalmente, el homicidio por condición de género es una de las razones de muertes más comunes, pero con un sistema de prevención con el que lo reduciría. Por esta razón, es necesario el apoyo, la crianza y la documentación acerca del feminicidio y la oportunidad de prevenirlo.

JESÚS GALEA | elsiglo