Cada 6 de enero se celebra en Venezuela y en varios países del mundo el Día de Reyes, en donde su tradición se tornó más allá cultural que algo religioso y espiritual, donde los niños recibían regalos que le concedieron estos personajes.
No obstante, lo relatado en la Biblia resalta la Epifanía de Jesús o su presentación hacia el mundo como el «rey» del cielo y la tierra mandado por el Todopoderoso, en donde por momentos fueron difundidos por «magos», pero no específicamente Melchor, Gaspar y Baltasar como tradicionalmente se conoce.
Según el Evangelio de Mateo 1:24, una brillante estrella guió a los magos desde Oriente hasta detenerse sobre el lugar donde se encontraba el niño y al entrar a la casa, vieron al niño con María, su madre.
También se dice que al principio los magos eran considerados como unos expertos en la astrología, y se guiaron por la constelaciones para llegar hasta el pesebre donde se encontraba el recién nacido Jesús de Nazareth.
Y según se revela en otros documentos históricos, el siglo III d.C. que eran considerados como reyes, además de magos. Y para el siglo V, el consenso era indefinido y no había definido cuántos eran.
Pero en las catacumbas de Santa Domitila, en Roma, hay una gráfica donde aparece un cuarto hombre aparte de Melchor, Gaspar y Baltasar, quien se llamaba Azanza, pero este al final no fue tomado en cuenta por la iglesia católica siglos después.
UNA LLEGADA MILAGROSA
El padre Juan Carlos Arango, presbítero de la parroquia San Pablo Apóstol de 23 de Enero aquí en Maracay, expresó que generalmente se le rinde culto a la Epifanía de Jesús, en donde resalta la llegada de los magos que se guiaron por el Oriente para presentarse al salvador del mundo.
«Es una devoción inmensa donde Jesús es presentado como el rey y salvador», comentó el cura.
Sin embargo, el presbítero destacó que los tres Reyes Magos tuvieron que tomar varias rutas, ya que el Herodes estaba efectuando una búsqueda y presunto asesinato a los primogénitos que nacieron en esa fecha en Belén.
«Entonces ellos llegaron para adorar al Niño y entregar sus respectivos presentes, como lo fue el incienso, mirra y oro», destacó.
ARAGÜEÑOS CELEBRAN EL DÍA DE REYES
La devoción y celebración al Día de Reyes sigue latente en la población aragüeña, en donde unos aprovechan la ocasión para celebrar la Epifanía de Jesús ante el mundo entero, o para entregar regalos a los más pequeños de la casa.
En este sentido, María Velásquez considera que más allá de un día festivo cultural, es una fecha especial para conmemorar la presentación al redentor. «Era prácticamente todo lo que estaba escrito, recibieron ese alumbramiento de la estrella de Belén, e inmediatamente vieron que había nacido el redentor», explicó la devota católica.
Asimismo, considera que este acontecimiento descrito en la Biblia, se le puede considerar hasta mágico. «Porque en esos tiempos los caminos eran muy largos», manifestó.
No obstante, Velásquez comentó que ya son pocas las personas que celebran el Día de Reyes, añorando con sus años de infancia o en épocas anteriores donde si tomaban con mucha consideración ese día.
«Muy poco lo celebran, pero en mi época más que celebrar el nacimiento del Niño Jesús, se esperaba más a los Reyes Magos, porque era una cultura donde no enseñaban en esa época donde los reyes venían a rendirle culto al niño que había nacido», comentó.
Velásquez piensa que a pesar de la época, ve con importancia que se mantenga la tradición, ya que los personajes que visitaron al Niño Díos siguen siendo una simbología para la religión y para la cultura mundial.
INFANCIA EN GUERRA
María Procopio, devota cristiana católica, oriunda de un pueblo del sur de Italia, no tiene gratos recuerdos del Día de Reyes, ya que cuando nació, su país estaba bajo la dictadura de Benito Mussolini y la Italia fascista durante la segunda Guerra Mundial.
«A mí no me regalaban nada porque estábamos en plena guerra, eran tiempos muy difíciles», explicó la ciudadana.
No obstante, la señora Procopio migró hacia Venezuela, tuvo a sus hijos y en años pasados después del momento histórico mundial, pudo celebrar con ellos la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar.
«Ya las cosas habían cambiado, si se le hacía los regalos, mis nietos si los recibieron, pero el recuerdo cuando yo era una pequeña es muy triste, era lo peor que estábamos viviendo en la época», dijo la señora casi yéndose en lágrimas.
A pesar de eso, la ciudadana italiana-venezolana, dijo que tampoco es un día muy especial, ante la existencia de niños en condición de calle o que no tienen acceso a la alimentación.
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Pero a pesar de estas situaciones, espera que se preserve la tradición de los Reyes Magos y la devoción al Niño Dios, sobre todo el día de la Epifanía. «Si tuviera que preservar porque el mundo está cambiando mucho, pero los niños no saben eso, los niños se alegran cuando un juguete o cuando ven eso», concluyó.
LINO HIDALGO | elsiglo