La iglesia Nuestra Señora del Carmen en Palo Negro, municipio Libertador, afina los últimos detalles para las tradicionales misas de aguinaldo, las cuales, según la iglesia católica, representan el período del adviento y la Navidad.
A partir de este 16 de diciembre inician estas tradicionales eucaristías desde las 6:00 am, siendo el tema del primer día la fe y la oración por los gobernantes, para posteriormente seguir el cronograma tocando temas como la esperanza y la caridad y otras actitudes que debe tener todo cristiano.
Estas actividades eclesiásticas culminan el 24 de diciembre con la popularmente conocida “misa de gallo” para celebrar la Natividad del Salvador del Mundo que va más allá de las luces y los cánticos, se trata de una ceremonia religiosa enfocada en la fe y la promesa de una vida eterna.
Misas de aguinaldo traerán alegría y paz a los habitantes de Palo Negro
Para el padre Julio Salas, párroco de la región, el adviento es la preparación, sinceración y cambio de vida de cada uno de los cristianos. “Vivimos en una sociedad consumista y no nos debemos dejar obnubilar por las cosas materiales, sino que debemos entender que es un momento para dejarnos interpelar por la misma palabra de Dios que nos llama a la conversión”, explicó.
En este sentido, el sacerdote hizo un llamado a que la población reflexione sobre el regalo que quieran prepararle a Jesús como el hecho de darle cabida en sus corazones, cosa que sólo se puede lograr teniendo amor y respeto propio, para así extenderlo a los demás y “esta es la oportunidad para que volvamos esos corazones de piedra en unos corazones de carne, porque las bienaventuranzas son el carnet de identidad de nuestra vida”.
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Ante las dificultades que enfrentan muchas familias aragüeñas luego de los eventos climáticos ocurridos en los últimos meses, el padre instó a la población a tener confianza en Dios que dará la fortaleza para levantarse con coraje y con valor, “porque la vida es una sola y dada por el Señor”.
Además de esto, hizo un llamado a las autoridades a no olvidarse de los afectados por las lluvias, “porque al final seremos juzgados por el amor, no por cuantas cosas dimos, el único que conoce los corazones es Dios y mientras no hagamos el bien, no podemos decir que vamos al cielo”.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
