Comerciantes palonegrenses tienen fe de aumentar ventas en radicalización

Una nueva semana de radicalización según el método 7+7 decretado por el Ejecutivo Nacional para prevenir el contagio y la propagación del Covid-19 comenzó el pasado lunes y se extenderá hasta el próximo domingo 4 de julio. Con esta medida se espera que la colectividad en general cumpla con el distanciamiento social y el confinamiento voluntario, por lo que las personas deben salir sólo a lo necesario.

En semana de radicalización los comerciantes, en especial, los informales, aseguran que son un sector que se ve seriamente apremiados durante estos días, toda vez que además de no permitir abrir sus puestos de venta, hay poca movilización de personas.

En Palo Negro, capital del municipio Libertador del estado Aragua, en lunes en horas de la mañana se apreció una tímida asistencia de sus pobladores en el casco central. “El arranque de cuarentena radical comienza así, con un lunes con muy poca gente en la calle, y el martes la cosa comienza a cambiar y se ven muchas más personas”, recalcó la señora Vilma Acevedo, quien vende granos.

Resaltó que en radicalización el comienzo es “flojo”, aunque acotó que esta semana los trabajadores reciben su quincena y el bono alimentación. “Tenemos fe que cambien las circunstancias con el cobro del último, porque esa es otra situación que nos afecta a todos, cómo vamos a salir si el poder adquisitivo no alcanza para nada”, apuntó la señora.

El joven Darwinson Solórzano, quien tiene un puesto para vender huevos, manifestó que esta semana de acuerdo al esquema 7+7 “es más calmada”, pero aseguró que con el paso de los días, hay más interés y los clientes salen.
“Las personas salen a comprar comida y por eso nuestras ventas aumentan, son mucho mejores. Para mi la semana radical como la flexible es igual, porque vendo huevos y son los más buscados por los habitantes de Palo Negro”, resaltó.

Eder Leal vende empanadas, “las más sabrosas del centro de la localidad”, enfatizó. Él se levanta muy temprano todos los días, por lo que considera que todas las jornadas son similares. “Yo me despierto muy temprano y con mucha fe salgo a trabajar. Con la bendición del Señor esto va a cambiar, por lo tanto no debemos desmayar. Las ventas aumentarán para todos”, mencionó.

La señora Milena García vende ropa y aunque el puesto a su cargo está rodeado de expendedores de alimentos, indicó, “siempre aquí se vende algo”.

García señaló que pidiendo a Dios trata de hacer lo mejor posible para ganar clientes. “Colocamos ofertas, porque las personas tienen poco dinero para comprar comida. Por ello, tenemos buenos precios y si vendemos algunas piezas por día. Si nos va mucho mejor en semana flexible que en radical, pero tenemos que continuar con mucha fe”.

Por su parte, José Padrón, encargado de un negocio donde se expenden productos de repostería aseveró, que no importa la semana del 7+7 “porque siempre los clientes vienen al local”.

Nosotros, dijo el muchacho, cumplimos con las medidas de bioseguridad para cuidarnos del contagio del Covid-19, porque se presentan muchos clientes en el lugar. “Las personas buscan mucho nuestros productos, porque han emprendido sus negocios para paliar la difícil situación económica por la que todos estamos atravesando. Significa que tenemos buenas ventas durante todas las semanas”, puntualizó.

Padrón añadió, “además tenemos precios accesibles para el bolsillo de los clientes, eso permite tener buenas ventas”.
Finalmente, William González, quien vende plátanos, describió que la situación es “bastante ruda”, pero que bajar los brazos no ofrecerá una salida positiva. “Hay que salir a trabajar, sin exponernos. Tal vez hoy se venda poco, igual mañana, pero ya a mitad de semana la cosa es distinta y vendemos más, y hasta todo. Estos días son difíciles, pero no podemos amilanarnos, tenemos que ir paso a paso, trabajando, con fe, buscando alcanzar salidas que nos lleven al bienestar”, sentenció.

HBRI. | elsiglo