La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff resaltó que existen muchas razones para que el Supremo Tribunal Federal (STF) de ese país anule el proceso contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, y que sus derechos políticos sean restituidos.
Durante el llamado Mutirão (iniciativa colectiva Lula Libre), Rousseff señaló que la corte superior “tiene una gran oportunidad para reescribir su trayectoria de omisión ante los ataques a la democracia y asumir plenamente la condición de tribunal constitucional, conteniendo y castigando el mayor escándalo judicial de la historia”.
A su juicio, en Brasil no habrá justicia ni democracia hasta que se anule y repare la “brutal persecución” de la desactivada operación Lava Jato contra el líder del Partido de los Trabajadores.
La exmandataria consideró que el grupo de trabajo de la ciudad Curitiba fue un “instrumento fundamental” de ataque a la democracia, reseña Prensa Latina.
Rousseff denunció que la “agenda neoliberal” solo sirvió para aniquilar las políticas de bienestar social y promover la destrucción de empresas y entrega de las riquezas del país.
“La Lava Jato se saltó los controles, ocultó información, rompió jerarquías, actuó clandestinamente, falsificó detenciones y chantajeó a los presos. Inventó deposiciones, promovió investigaciones ilegales incluso de ministros de tribunales superiores y firmó acuerdos secretos con agentes extranjeros”, apuntó.
Agregó que aumentó el furor punitivo del antiguo juez Sérgio Moro y los intereses golpistas de las élites nacionales e internacionales.
por su parte, el exministro Fernando Haddad dijo que el “largo y doloroso camino” que ha sido defender a Lula de varias acusaciones falsas creadas por la Lava Jato está por terminar.
“Tengo más esperanzas de que, ante tanta evidencia de arbitrariedad del tribunal de Curitiba, se pueda rescatar la justicia y dar una opinión final sobre esta gran trampa que se hizo”, remarcó.
Luego de que la Policía Federal cumpliera en julio pasado la Operación Spoofing (usurpación) contra piratas cibernéticos, las conversaciones reveladas entre los ex magistrados del Lava Jato confirmaron la conclusión montada contra Lula.
Sin embargo, esta vez la defensa de Lula tuvo acceso a mensajes telefónicos retenidos, los cuales fueron otorgados por la propia Corte Suprema.
