El administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, cardenal Baltazar Porras, viajó a Roma para definir los preparativos de la ceremonia de beatificación del doctor José Gregorio Hernández.
En este sentido, Porras se encuentra en la ciudad italiana con las reliquias del Médico de los pobres como es conocido José Gregorio. Se espera que los restos sean entregadas al Vaticano y se logre concretar su beatificación. Las reliquias serán distribuidas en las diferentes Diócesis y Arquidiócesis de Italia.
Asimismo, en el Vaticano quedará en resguardo la clavícula derecha de Hernández como prueba de que se trata de sus restos mortales.
Es importante recordar que en el pasado mes de octubre del 2020, fueron levantados los restos del Médico, como parte de la autentificación exigida por el Vaticano, con el propósito de proceder con el proceso de beatificación.
“Sentí una enorme emoción cuando vi el trabajo que están, en primer lugar, haciendo con profesionalismo, llenando los protocolos del Vaticano y de la ciencia médica forense, y en segundo lugar cuando ellos dijeron que sienten que son auténticos los restos del doctor José Gregorio Hernández”, expresó Baltazar Porras en aquel entonces.
El acto de beatificación de José Gregorio Hernández será a finales de abril de este año luego de que en enero de 2020 el papa Francisco dio su autorización.
“Una fe viva lo acompañaba siempre: para él la medicina era una misión, sobre todo para los más necesitados. A menudo compraba medicinas para sus pacientes y en lugar de pedirles dinero por la consulta, se las daba”, indica la página web del Vaticano sobre el médico de los pobres, a quien se atribuye el milagro de la niña Yaxury Solórzano, ocurrido en 2017 cuando ella tenía 10 años de edad.
La menor y su papá fueron interceptados por delincuentes para robarles la moto en el sector Mangas Coveras del estado Guárico. Los antisociales dispararon y una de las balas hirió en la cabeza a la niña, que quedó en estado de gravedad.
Por lo ocurrido Yaxury podía quedar con discapacidad severa, así que su madre pidió auxilio al médico de los pobres. Más de 20 días después Solórzano estaba sana.
