El 4 de febrero de 1992 se produjo en Venezuela un “Golpe de Estado”, planificado por un grupo de militares de varias guarniciones del país, quienes desde los años 70 conspiraban en contra de los gobiernos democráticos.
Ante estos hechos históricos, el politólogo Carlos Raúl Hernández recordó que durante esos días, tras las declaraciones de líderes políticos, quienes justificaron la rebelión militar, gran parte de los ciudadanos consideraron los actos violentos de ese 4F como una “reacción” de desacuerdo al Gobierno democrático del momento.
A su juicio, Venezuela se encontraba en proceso de desarrollo económico, así como político, ya que para ese año los ciudadanos por primera vez iniciaron la escogencia de sus autoridades regionales y municipales, dando así una importante participación a los venezolanos en los destinos del país.
Luego de las intenciones de derrocamiento del Gobierno democrático por parte de los distintos alzamientos militares, Hernández opinó que la democracia ha ido “limitándose” desde un principio por la decisión tomada durante esa fecha por la Corte Suprema de Justicia y la “conspiración” de los diversos partidos políticos que querían la salida del Presidente de la República para el momento, Carlos Andrés Pérez.
