El deterioro de las universidades no hace posible las clases presenciales”

Los profesores de la UPEL están de acuerdo con la reactivación de las actividades pedagógicas, pero aclararon que este regreso a clases debe ejecutarse una vez haya sido subsanada la problemática general del sistema de educación superior venezolano.

El profesor Luis Escalona, presidente de la Aproupel de El Mácaro, destacó que el gremio no está en desacuerdo “con un comienzo de actividades, sin embargo, hay muchas variables que hay que tomar en consideración, no sólo en la UPEL, sino en varias universidades del país”.

Detalló que se trata “del deterioro de nuestras infraestructuras, los constantes robos de los que hemos sido víctimas, además del mal pago, esas son causas y pruebas fehacientes para no acatar un comienzo de clases”.

A su juicio, “estas situaciones desquebrajan las bases fundamentales de nuestra universidad como patrimonio“, a lo que se suma “el deterioro de la familia, del aparato social y económico que rige el país, de las condiciones de nuestros estudiantes y docentes, que no son las más idóneas”.

Por otra parte, el profesor Niuman Páez, presidente de la Aproupel, seccional Maracay, agregó que “el gremio docente nunca ha cerrado las puertas de la universidad”.

Destacó que el gremio docente no se ha negado a “cumplir por mandato de las leyes y de los reglamentos internos”, no obstante existe “cierto estancamiento de las actividades académicas y administrativas”, lo que se debe a dos razones; “la situación crítica a la que está sometida el sector universitario por parte del Gobierno, y la otra, la pandemia”.

Destacó igualmente la situación en que se encuentra la población estudiantil y trabajadora de las universidades en cuanto al aspecto económico.

Es de hacer entender que no es posible que en una quincena se gane medio cartón de huevos, es una realidad palpable que lleva al desestímulo en cuanto a la presencia académica, llevando a muchos a realizar otras actividades, y en el peor de los casos, a la renuncia”.

El docente señaló que la caída dramática del talento humano de las universidades y el desestímulo, se refleja por ejemplo en la ausencia del estudiantado en las aulas de clases; esas personas “se van del país y son bien renumeradas en sus áreas de atención, eso ha provocado una diáspora de estudiantes, que se nota al momento de procurar un inicio de clases”.

JOSÉ CARPIO G. | elsiglo