Los miembros de la etnia yukpa, que se encuentran, según relataron varios testigos en redes sociales, a unos 100 metros de la Presidencia, no lograron llegar al palacio, ya que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía bloquearon el acceso.
No obstante, por el momento, continúan en el lugar a la espera de que amanezca para cumplir su cometido de hablar con el mandatario, hacerle llegar sus reclamaciones y exigirle el cumplimiento de sus derechos como ciudadanos venezolanos.
Según la organización no gubernamental Provea, las exigencias que esperan plantear el jueves se centran en los ámbitos de la salud, alimentación, educación y «mejores condiciones en los pueblos indígenas» en general.
Parte del grupo duerme sobre el asfalto esperando que amanezca para intentar nuevamente reunirse con Maduro, mientras el resto se mantienen despiertos para vigilar sus pertenencias o impedir cualquier agresión de la que puedan ser víctimas durante la noche.
A pocos metros de los indígenas, en la acera de enfrente, efectivos de la seguridad del Estado permanecen vigilantes para impedir que los yukpas traten de entrar a Miraflores durante la madrugada.
La sociedad yukpa está dirigida por un jefe, también llamado cacique, quien lidera el grupo que trata de reunirse con Maduro.
El cacique es quien se encarga de tomar decisiones en consenso con su comunidad, una forma de gobierno ancestral que, por lo general, mantienen los pueblos originarios de Latinoamérica.