La Isla San Lucas, donde por décadas operó una violenta cárcel, es desde este lunes el trigésimo parque nacional de Costa Rica, que los turistas podrán visitar para conocer senderos naturales y la riqueza histórica y cultural del sitio, donde además se gestó la novela «La isla de los hombres solos».
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó este lunes, en el Día de los Parques Nacionales, una ley aprobada días atrás por el Congreso que transforma la Isla San Lucas de refugio de vida silvestre a un parque nacional, con el objetivo de fortalecer su protección y ampliar su oferta turística, que incluye bosque tropical seco, mar, playas e historia.
«Cada vez más en Costa Rica debemos de tomar desde la visión más republicana el valor de las cosas que son sagradas para nosotros como pueblo, como la es la abolición del ejército y de la pena de muerte; y son sagrados también los parques nacionales por lo que conservan y el modelo de desarrollo económico y bienestar que generan», declaró Alvarado en un acto oficial en un jardín de la Casa Presidencial.
En el evento participó la primera dama, Claudia Dobles, el ministro de Ambiente, Carlos Rodríguez; la ministra de Cultura, Sylvie Durán; y el diputado Carlos Benavides, quienes destacaron el trabajo interinstitucional, de la municipalidad de la zona, de las cámaras de turismo y la comunidad.
En los últimos meses en la Isla San Lucas, situada en aguas del Pacífico de la provincia de Puntarenas, se han realizado trabajos de construcción de senderos, de servicios sanitarios, un centro de acopio y un sistema de bombeo de agua, así como una intervención estructural del área patrimonial prioritaria y la rehabilitación del edificio del antiguo dispensario médico.
LA ISLA DE LOS HOMBRES SOLOS
La apertura de este nuevo parque nacional ocurre después de intentos de varios Gobiernos y numerosas propuestas para acondicionar Isla San Lucas para mostrar a los turistas los viejos edificios que conformaron la cárcel más brutal del país y donde se gestó la novela «La isla de los hombres solos», de José León Sánchez.
La isla está ubicada en el Pacífico frente a las costas de la ciudad de Puntarenas y funcionó entre 1873 y 1991 para albergar a los reos más peligrosos del país. Desde el 2001 el sitio fue declarado como un Refugio de Vida Silvestre.
El actual Gobierno del presidente Carlos Alvarado anunció que la apertura del sitio para las visitas pretende también ser un motor de reactivación económica para las comunidades cercanas.
La cárcel de Isla San Lucas comenzó a funcionar bajo las órdenes del dictador Tomás Guardia (1831-1882). En un principio, allí se enviaba a los «políticos indeseables» y luego a los delincuentes más violentos del país.
En esa prisión se cometían graves violaciones a los derechos humanos y se exponía a los reos a condiciones infrahumanas como castigo, según la historia.
El principal relato de lo que ocurrió en esa cárcel se recoge en la novela «La isla de los hombres solos», publicada en 1972 por el costarricense José León Sánchez, quien estuvo preso ahí entre 1950 y 1988.
Uno de los principales atractivos turísticos de Isla San Lucas son los cientos de escritos que se aprecian en las paredes de las celdas, así como grandes dibujos con alto contenido sexual y uno sobre el exfutbolista brasileño Pelé.
Dos de los dibujos más representativos de las paredes de la cárcel son los conocidos como «La chica del bikini rojo» y «La chica del consuelo», dos obras de tamaño real que representaban bellas mujeres y con las que los reos fantaseaban.