Mataron a comerciante mientras esperaba repuestos de una moto

En lo que parece haber sido una emboscada, asesinaron la noche del pasado lunes a Luis José Lira Ojeda, de 38 años de edad, en la calle principal del sector José Félix Ribas en la ciudad de Maracay.

Se pudo conocer que el joven, quien tenía poco tiempo de haber retornado de Perú, lugar al que tuvo que emigrar hace dos años, había sido citado por un sujeto al que le había comprado una moto y que le entregaría unos repuestos que le faltaban, según el acuerdo preestablecido.

 Luis José Lira Ojeda, asesinado

Luis José Lira Ojeda, asesinado

La cita sería frente a un local comercial adyacente al popular Samán, ubicado en la calle Los Jabillos, entre el referido sector y Caña de Azúcar, sitio que solía frecuentar Lira por un compadre que allí laboraba.

“Guguito”, como era conocido cariñosamente por familiares, amigos y vecinos, estuvo largo rato en el sitio esperando, pero el que llegó finalmente fue un hombre a bordo de un vehículo Turpial, gris plomo, que sin ningún tipo de contemplación y con todo la alevosía del mundo, pidió permiso a un ciudadano que se interponía entre su objetivo. Y así, sin temblarle el pulso le disparó por la espalda a Lira en reiteradas oportunidades desde el interior del carro, para posteriormente huir a toda velocidad, sin dejar rastros.

No obstante, allegados que prefirieron no identificarse, mencionaron que podía tratarse de un “lío de faldas”, pues hace algunos años Lira Ojeda se había relacionado con una compañera de trabajo en una conocida institución del sector agrícola del Estado, ubicado en la avenida Universidad, quien estaba casada con un funcionario de la Policía de Aragua.

Todo apuntaría a que el autor del crimen pudiera estar relacionado con esta situación, e incluso amigos aseguran que “Guguito” les había comentado que estaba recibiendo amenazas a través de diferentes medios, incluido el celular de una familiar del presunto victimario.

Cabe destacar que en medio del sangriento acontecimiento, el teléfono de la víctima desapareció, pues lastimosamente Lira no tuvo atención inmediata para salvarle la vida mientras yacía herido en la acera; pero sí llegó un amigo de lo ajeno que no desperdició la oportunidad de llevarse el aparato móvil, que tal vez serviría para tener más pistas para resolver el caso.

Sin embargo, el caso quedó en mano de los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística, quienes recolectaron evidencias y recaban testimonios para esclarecer el asesinato.

El occiso dejó en orfandad a tres niños, que hoy junto a demás familiares y amigos, lamentan que viniera a morir en tales circunstancias, a pesar de que tenía tantos proyectos que esperaba cristalizar una vez que volvió a su tierra.

NOHANNA MORILLO | elsiglo