El día de ayer se celebró en toda Venezuela el Día de La Divina Pastora, ante este hecho cultural y religioso, muchos fueron los habitantes del eje Este del estado Aragua, quienes no tardaron en haces sus peticiones, entre las que destacaron salir de la terrible crisis que agobia al país y que exista mayor unión y hermandad entre los venezolanos.
Y es que para los devotos de esta parte de la entidad aragüeña, apostarse frente a la imagen de la excelsa patrona en Barquisimeto como es costumbre, no es opción, por sus distintas ocupaciones, sin embargo para ellos al llegar el día es inevitable pensar y pedir por el bien de Venezuela, por un cambio en todos los ámbitos y por el regreso de miles de ciudadanos que emigraron buscando un futuro mejor.
La señora Ligia Ojeda mientras hacía sus diligencias diarias, se detuvo a conversar con el equipo reporteril del diario elsiglo, para pedirle a una de las patronas del país, el fortalecimiento de los valores familiares y el encuentro entre todos en oración.
“Pido que con la intersección de Dios, la Divina Pastora nos conceda paz, tranquilidad, unión y sobre todo amor, pues con el amor lo tenemos todo”, exclamó, Ojeda.
Endely Carrillo agregó, “desde mis ocupaciones, quiero pedir a nuestra madre bajo la advocación de La Divina Pastora, libertad para nuestro país, para poder salir adelante. Pido que se mejore la red de salud, que los venezolanos, podamos gozar de buena salud y desde allí construir una Venezuela llena de trabajo y amor”.
Henry Freites dijo, “tenemos tanto que pedir, pero inicialmente necesitamos en nuestro municipio y en nuestro país, paz, armonía y sobre todo justicia. Pido que la sangre de Cristo se derrame por toda Venezuela y ella nos bendiga y nos traiga todo lo mejor”.
Por último, Triana Mujica aseveró que espera que La Divina Pastora con su poder encamine a todos sus hijos en la peregrinación de su fe y oración. Asimismo, pidió que se concedan todos los deseos de cada familia y que la Virgen llene de luz el camino que recorren cada día todos los venezolanos, por medio de su bendición.
DANIEL MELLADO | elsiglo
