Aragüeños piden por la beatificación del médico de los pobres

Los creyentes de la religión católica tienen la fe y la convicción que el doctor José Gregorio Hernández es el santo de los enfermos en Venezuela; esto gracias a los favores concedidos que ha logrado a sus creyentes.

El médico de los pobres como también es conocido, es popular en todos los rincones del país, en casi todas las clínicas, hospitales y en las casas hay una imagen del médico venerable, distinción que le fue otorgada por el Papa Juan Pablo II en el año 1986.

Muchas son las anécdotas, experiencias y algunos milagros que se le atribuyen al venerable hijo de Isnotú, estado Trujillo. Para los creyentes y feligreses José Gregorio Hernández es un santo.

Nina Corrales, creyente, destacó, «yo desearía que fuese pronto la beatificación de José Gregorio, él ha hecho muchos milagros, a mí me concedió uno con mi hija, la llevé a Isnotú, su tierra natal y tengo el milagro en mi casa».

En este sentido, Corrales aseveró, «el milagro lo tengo reflejado en una vela, la pierna de mi hija, aparece la forma de su rótula y las botas que usaba, después de esto vi la mejoría de mi hija y se ha desenvuelto muy bien a pesar de su condición».

Por otro lado, José Rodríguez enfatizó, «como turmereño y principalmente como venezolano, me siento muy contento y agradecido con Dios por ese milagro que ha ocurrido en San Fernando de Apure, con la niña; para nosotros como venezolano el Dr. José Gregorio Hernández es un santo, aunque la iglesia católica en su jerarquía tiene que cumplir varios pasos, pero en el corazón de los venezolanos se siente que el doctor es un santo».

En cuanto al testimonio de un milagro concedido, Rodríguez resaltó a un gran amigo que ya no está con nosotros, quien sufrió un coma cerebral y la mamá le pidió al doctor José Gregorio Hernández en Caracas y mi amigo quedó completamente sano y sin ninguna dificultad».

De esta misma manera Evelia Vivas aseveró, «para mí ya es un santo, a mí me ha hecho demasiados favores, se me paran los pelos cuando hablo de él, en una oportunidad hablé con él».

Vivas resaltó el milagro otorgado por El Venerable, «yo lo vi en el cementerio y hablé con él, lo que pasa es que este testimonio yo no lo mandé a la iglesia, yo fui al camposanto a la tumba de una sobrina, resulta que cuando llegué eran las 12:30 del mediodía y eso estaba solo, habían 3 empleados y les pregunto por las tumbas, había un camino; cuando me percaté a mi lado estaba el doctor y me dijo esa es la tumba que usted busca, cuando voltee ya no estaba y me dijo no lloren tanto a esa niña; cuando llegué a la casa mi hija me dijo mamá yo vi al doctor José Gregorio, es una realidad no es mentira, toda la vida lo recordaré».

Otro de los favores concedidos a la señora Vivas es la cura de su hija, «cuando nació mi hija Ana María le dio bronconeumonía y mi mamá me dijo que le colocara la medalla en su cuna y a los dos días me la dieron de alta».

Asimismo América Duno comentó acerca de la importancia de elevar a santo a El Venerable, «quisiera en realidad que tomaran en cuenta tantos milagros que sabemos de él, porque es el santo del pueblo, el santo de los venezolanos, mi anécdota es cuando mi hijo estaba pequeño, siempre se lo encomendaba primeramente a Dios y después al doctor José Gregorio Hernández y el niño creció con esa fe; en una oportunidad mi muchacho estaba enfermo y afirmó que lo vio y le dijo que se iba a curar y a salir de esa situación. Mi hijo sufría de estreñimiento y tenía aproximadamente una semana que no evacuaba y luego de que habló con el doctor José Gregorio, volvió a la normalidad en cuanto a su situación».

En este sentido, Antonia Moreno señaló, «nosotros creemos en José Gregorio, él realizó un milagro con nuestro padre, quien tuvo un problema cerebral, le dolía la cabeza y fue llevado a los médicos en muchas oportunidades».

Prosiguió Moreno, «cuando mi papá cumplió años, nosotros le hicimos una promesa al doctor; en el garaje de la casa lo estábamos vistiendo para sacarlo en procesión, esa era la promesa, en ese momento se le partió parte de la cabeza, nosotros lo recogimos, lo reconstruimos y no le comentamos nada a mi padre por su estado de salud; al mediodía mi papá comentó que se le había quitado el dolor de cabeza y que se sentía bien; le comentamos lo acontecido».

Moreno comentó otro de los favores concedidos, «un sobrino se tragó una aguja de coser y se le fue al pulmón, fue trasladado al HCM y cuando estaba listo para operarlo a las 5:00 am le empezó una tos, su mamá le colocó un paño blanco, el niño afirmó que vio a un señor vestido de blanco a su lado y botó la aguja».

Como es de recordar hubo un milagro ocurrido en el sector Manga Coveras del estado Apure que se le atribuye al doctor José Gregorio Hernández, en la persona de una niña de 13 años de nombre Yaxury Solórzano, quien recibió un disparo de escopeta a manos de unos delincuentes que pretendían robar a su padre; durante la operación la jovencita cuenta que sintió la presencia de El Venerable cuando le susurró al oído «quédese quieta que todo saldrá bien».

JOSÉ CARPIO G. | elsiglo