Los productos de limpieza del hogar y de cuidado personal caseros han ayudado a muchos venezolanos a “amortiguar” los golpes del bolsillo durante los últimos meses.
La búsqueda del menor precio es lo que motiva al ciudadano común a utilizar artículos artesanales, ya que con el pasar de los años han mostrado mayor cantidad, calidad y mejor costo que aquellos exhibidos en los anaqueles de los mercados.
En mayor demanda se encuentran el desinfectante, cera para pisos, jabón líquido y jabón en polvo, que son los más utilizados para realizar las tareas domésticas y de higiene.
Los líquidos de limpieza artesanal se venden a partir de 15 mil bolívares el litro en adelante, y cabe destacar que en la mayoría de los lugares y para menor costo piden traer los envases de plástico en donde llevarán su producto. Por otra parte, hay otros pobladores que prefieren gastar más dinero para un mejor desarrollo en sus tareas de aseo, ya que la calidad de los mismos es fundamental.
Lianeth González, vendedora, manifestó que particularmente ella se encarga de vender, más no de fabricar porque la materia prima ha subido, elevando el valor de los productos y haciendo más difícil su salida del local. Cabe destacar que a pesar de tener importes bajos, últimamente el comercio ha estado en decadencia por la situación país.
Un poblador de la zona de Palo Negro expresó, “solamente compro estos productos cuando no me queda nada de dinero, porque la ropa se daña, prefiero gastar más pero obtengo mejores resultados”. Consideró que es mejor guardar para comprar productos importados de Colombia, ya que están saliendo mejor que los artesanales.
Distintas opiniones abarcan el gran tema de lo que es la venta de detergentes artesanales, ya que día a día los negocios crecen siendo una opción rentable para las personas que utilizan estos productos. Siempre dependiendo del poder adquisitivo que tenga cada quien a la hora de adquirir uno de estos productos, pero también poniendo a prueba al venezolano que se enfoca siempre en tener una limpieza personal de primera gama.
ANDREA SUBERO (pasante) | elsiglo
