Comer en la calle no es opción en La Victoria

Para los victorianos salir a comer comida chatarra con los amigos y familiares los fines de semana o cualquier día de reunión, al parecer quedó en el olvido, pues las mismas en la actualidad mantienen precios que son inalcanzables para muchos.

Y es que congregarse y hacer una vaca para comprar una pizza, comer perros calientes, hamburguesas, pepitos y sándwiches de pernil, es algo que para los residentes de esta parte del estado Aragua, ha pasado a ser cosa de ricos, ya que comprar alguno de estos platillos representa un gasto de más de una quincena de sueldo mínimo.

Los altos costos que mantiene la comida en algunos locales vacíos

En este sentido, en un recorrido realizado por los puestos ambulantes y comercios dedicados al expendio de este rubro alimenticio, se pudo corroborar que el consumo de comida chatarra o balas frías ha bajado considerablemente, a tal punto que estos puestos han desaparecido o simplemente permanecen con poca afluencia de compradores.

Según los dueños y encargados de estos lugares, los precios de la materia prima para la realización de estos platos han ido en ascenso, lo que ha traído como consecuencia que ellos deban incrementar los costos, para de esa manera obtener un poco de ganancia y que su negocio se mantenga.

“Cada vez que compramos los ingredientes mantienen un alza hasta de más del 50%. En ocasiones no las vemos negras, porque compramos algo y cuando comenzamos a utilizarlo ya sube el valor. No sabemos qué precio poner que nos beneficie y no nos aleje la clientela”, comentó Domingo Salazar, dueño de un puesto.

 

Mario Grimán aseguró que lo más pedido por los pobladores de la Ciudad de la Juventud, además de las pizzas, son los perros calientes, hamburguesas y los pepitos.
“Al victoriano le gusta mucho comer comida en la calle y estos siempre son su primera opción no sólo por lo rápido de su preparación, sino por su sabor característico. Sin embargo esta costumbre ha cambiado considerablemente por el poco ingreso y los altos precios que mantiene la comida”, explicó Grimán.

Por su parte, Carlos Cañizales agregó, “yo trato de vender mi comida con productos de calidad. Es por eso que los costos en ocasiones no son agradables para las personas. Pese a esto, sigo manteniendo ventas, ya que no hay quien se resista a probar algunos de mis perros calientes, pepitos, shawarmas y hamburguesas”.

Vale destacar que a las cifras de cancelación de les debe agregar el costo de la bebida, sea refresco, malta y los ahora populares jugos naturales y de sobre, los cuales también experimentan montos exorbitantes.