El gobernador de Florida, Rick Scott, reprogramó ayer para el próximo 13 de diciembre la fecha de ejecución de José Antonio Jiménez, quien lleva 16 años en el corredor de la muerte por el asesinato a cuchilladas de Phyllis Minas en 1992.
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Jiménez, de 54 años, también fue hallado culpable en 1994, estando ya en prisión, del homicidio y robo de otra mujer, Marie Debas, en 1990.
La ejecución con inyección letal se había programado para agosto pasado, pero fue detenida temporalmente por la Corte Suprema de Florida, en un proceso que ya fue levantado.
El hispano golpeó y apuñaló varias veces a Minas tras ser sorprendido robando en su vivienda, en octubre de 1992, y después huyó por el balcón tras sentir la presencia de los vecinos que acudían ante los gritos de la víctima.
Minas, de 63 años, murió después de ocho heridas de arma blanca y Jiménez fue arrestado días después gracias a huellas dactilares dejadas en el apartamento de la víctima.
En febrero pasado, las autoridades de Florida ejecutaron Eric Branch, de 47 años, por la violación y asesinato de una estudiante universitaria en 1993.
Desde 1976 se han ejecutado en Florida a 96 reos, según el Departamento de Correccionales de Florida.
EFE
