Los comercios de la ciudad de Maracay amanecieron con las santamarías abajo este Día del Padre, y que es comparación con años anteriores la soledad que se vivió en las calles es el reflejo de la crisis por la cual se encuentran atravesando los hogares venezolanos.
Para muchos vendedores este día era la oportunidad de aumentar sus ventas y recuperar un poco las ganancias, pero la realidad fue muy distinta, las madres tuvieron que optar por otras alternativas para que los padres disfrutaran de su día.
En este sentido, Carlos Arroyo, vendedor, manifestó que las ventas estuvieron bajas al igual que semanas pasadas, “decidimos abrir para ver si obteníamos algo de ganancias, pero las ventas para el Día del Padre estuvieron demasiado flojas”.
Por su parte, Ángel Dávila detalló que por una fecha especial esperaban que estuvieran mejor las ganancias, sin embargo se han mantenido, “algo se hace con lo poco que tenemos, la idea es trabajar y poder obtener dinero y ganancias, depende del movimiento continuaremos laborando”.
Finalmente, las calles se observaron con muy pocos locales abiertos y la minoría que se encontraba abierto sólo lo hizo hasta las 12:00 del mediodía, y contaban con muy poca mercancía en los anaqueles.
MÓNICA GOITIA | elsiglo
fotos | JUAN CARLOS BENITEZ
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