El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva fue enfático al reafirmar este sábado su compromiso con los ideales populares y de acompañamiento al pueblo pese a la persecución judicial de la cual es víctima.
“Ellos no reparan que cuanto más me atacan más crece mi relación con el pueblo brasileño. No me voy a esconder. Voy a probar mi inocencia. Ellos decretaron mi prisión y yo voy a tomar su orden. Ellos saben que el problema de este país no se llama Lula y saben que no vale la pena intentar parar mis sueños porque yo soñaré en la cabeza de ustedes, mí corazón latirá junto a millones de corazones. Todos tienen que llamarse Lula y andar por este país haciendo lo que tienen”, enfatizó en Sao Bernardo do Campo, San Pablo.
Estas declaraciones las ofreció Lula en ocasión de una misa realizada en homenaje a su esposa Marisa Letícia, fallecida el 3 de febrero de 2017, ante una multitudinaria concentración del pueblo brasileño de diversos sectores, incluidos miembros del Sindicato Metalúrgico.
La población se expresó una vez más en contra de la orden de detención al expresidente que fue ordenada luego que el Supremo Tribunal Federal negara el pasado miércoles la solicitud de “habeas corpus”.
La Corte Federal le otorgó a Lula, favorito en las encuestas para ganar en los próximos comicios presidenciales que se realizarán en octubre, un plazo hasta las cinco de la tarde de este viernes para que se presente de manera voluntaria en la sede de la Policía Federal para proceder con la detención.
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No obstante, Lula tomó la decisión de permanecer en el sindicato metalúrgico ubicado en Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, y no entregarse a la Policía Federal en Curitibia como ordenó el juez Sérgio Moro.
Fuente: AVN
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