Mario Lissón se convirtió en noticia horas antes del tercer partido de la semifinal entre Magallanes y Lara. El inicialista y jardinero ofreció una rueda de prensa en el Estadio José Bernardo Pérez y, sin muchos preámbulos, anunció que no seguirá en el terreno como jugador activo.
Lissón se va con 11 temporadas disputadas en la LVBP
“Me voy a retirar. Esta es mi última temporada. Estaré con el equipo hasta donde lleguemos. Estoy agradecido con mis padres, mi esposa, mis hijos y amigos, con todos aquellos que me han acompañado en estos 15 años apoyándome. Gracias a Leones del Caracas, Águilas del Zulia y Magallanes”.
La revelación del caraqueño, de 33 años de edad, fue tan imprevista como sorpresiva.
El bateador derecho tuvo un comienzo lento, pero terminó la temporada con una sólida línea ofensiva de .295/.414/.451, con siete jonrones, 42 carreras remolcadas y .865 de OPS, una actuación que fue clave, junto con lo hecho por el dominicano Jesús Valdez, en la clasificación de los Navegantes, luego de quedar eliminados la zafra anterior.
“Tenía dos o tres meses meditándolo. Había unas cosas que estaban influyendo fuera del terreno de juego que necesitaban mi atención”, confesó Lissón.
“Se me presentó una oportunidad bastante importante, que creo es el momento de tomar (una oferta para ser coach de los Nacionales de Washington en Ligas Menores).
Además de que el cuerpo ha estado hablando conmigo y lo ha hecho bastante.
Las primeras dos semanas fueron bastante difíciles y, siempre en oración, le pedía a Dios que si se trataba de mi última temporada, terminara por la puerta grande”.
La Nave trata de no naufragar en las turbulentas aguas de la serie contra los Cardenales, pero Lissón confía en que todavía puede cambiar el rumbo hasta atracar en puerto seguro. Al menos es su deseo de despedida.
“Existe la oportunidad de terminar con un campeonato, así que creo es el momento”, enfatizó.
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Lissón se marcha tras jugar 349 desafíos con los filibusteros en ronda regular y un promedio de .268 (1.215-326), con 52 dobles, 53 jonrones (segundo en la historia del equipo), 172 carreras anotadas y 224 empujadas (cuarto mejor registro en los anales del club).
“Magallanes es mi casa. Le agarré un amor muy grande a esta camisa. El primer año no sabía qué esperar, pero a medida que las temporadas fueron pasando y conocí a las personas que forman parte de la organización le tomé mucho cariño”, señaló.
“Agradecido por la oportunidad de retirarme con este uniforme. Con la fanaticada, contento por todo el apoyo incondicional. Gracias a todos esos fanáticos magallaneros a nivel nacional. Siempre jugué con todo lo que tenía”.
“Súper Mario” ganó dos campeonatos con el navío en las zafras 2012-2013 y 2013-2014, además de uno como refuerzo de Águilas del Zulia en la 2016-2017.
“Queda en deuda una Serie del Caribe, es lo único que me falta con el Magallanes”, destacó. “Han sido siete años productivos tanto para mí como para el equipo”.
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