Policías buscan a “El Orejita” incurso en crimen del aviador

Un sujeto identificado con el remoquete de “El Orejita“, quien posee varios registros policiales y además un peligroso delincuente, habría disparado su armamento de porte ilegal a sangre fría contra un efectivo de la Aviación en horas de la madrugada del sábado pasado en la calle 5 del sector Rómulo Gallegos, en La Carpiera de Cagua del municipio Sucre.

Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, adscrita al Eje de Homicidios, con sede en Santa Cruz del municipio Lamas, abrió una investigación, y desde ya ha practicado algunos allanamientos tras la captura del sospechoso.

Incluso, los sabuesos tomaron declaraciones de algunos testigos y asimismo se logró precisar las características físicas del homicida. El delincuente anda huyendo de la justicia, y se espera que en las próximas horas se tengan pistas sobre su paradero.

Como es del conocimiento público, la madrugada del sábado, un grupo de personas se encontraba libando licor y tocando los tambores rindiendo tributo a Santa Bárbara por ser el 4 de diciembre su día.

La ceremonia ritual se celebraba frente a la residencia del militar, identificado como Anthony Frank Campos Vargas, de 34 años de edad, y él llegaba en ese momento en su vehículo, procedente de su trabajo.

Como observó obstruido el paso, el aviador descendió de la unidad y pidió a los presentes que por favor le permitieran el paso para estacionar el carro en la casa.

Ante un segundo llamado del castrense, a los noctámbulos les molestó tal situación e inmediatamente se originó una discusión entre ellos,
Uno de los presentes del grupo de rumberos habría manifestado lo siguiente: “Deja eso en mis manos, que yo lo resuelvo a mi modo”.

Delante de los presentes, “El Orejita” habría disparado contra la humanidad del funcionario, a quien le apreciaron una herida de bala en la cabeza. Su muerte se produjo en el acto.

Asimismo vale indicar que el resto de las personas que estaban con el presunto homicida, conocían al militar y no fueron capaces de controlar la situación ni mucho menos hicieron algo por salvarle la vida a Anthony Frank Campos Vargas.

Se conoció que la víctima, un emprendedor, había inaugurado recientemente un negocio y alternaba la función de comerciante con la vida militar. No obstante, “un coco seco”, término que se utiliza policialmente, le quitó la vida en tales circunstancias.

Por lo tanto, los habitantes de La Carpiera de Cagua claman justicia por la muerte de su vecino, a quien calificaron como una persona de excelente conducta en la comunidad.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo