Un niño de 11 años de edad falleció en circunstancias muy lamentable tras recibir una patada de un adolescente en horas de la noche de este martes 12 de marzo.
Se trata de Gabriel Alejandro Rodríguez Ibarra, quien residía con sus progenitores en el sector La Caridad del Cobre en Santa Inés del municipio Francisco Linares Alcántara.
De acuerdo a la información de los familiares, el menor se encontraba en la calle 1 del sector Coropo, jugando con otros niños y de pronto se entretuvo un instante manipulando su celular.
Mientras revisaba el teléfono, Rodríguez Ibarra se sentó un momento, y de pronto se acercó un adolescente de 16 años que le metió una patada en el pecho.
Producto del golpe, Gabriel Alejandro cayó y se golpeó con el filo de la acera a la altura del cuello, siendo trasladado de urgencia hasta el Centro Clínico La Morita, donde fue ingresado sin signos vitales.
Posteriormente se acercaron al sitio del suceso varias comisiones de la División de Investigación Penal de la Policía Nacional Bolivariana, aprehendiendo al muchacho, quien quedó detenido a las órdenes de la Fiscalía de Menores del estado Aragua.
Extraoficialmente se dijo que el adolescente sería presentado en el transcurso de las horas ante un tribunal del Circuito Judicial de la entidad. Y el cadáver del menor fue trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses para la autopsia de ley. Se indicó que la autopsia practicada al cuerpo del jugador, arrojó traumatismo severo a nivel del cuello.
Eran vecinos
El padre del joven, en medio de su dolor y tristeza, dijo que “los menores eran amigos y vecinos del barrio, no entiendo lo que pasó ahí. Señalaron que el otro muchacho es un joven de 16 años y ya fue detenido”, comentó.
“Lo que puedo decir de mi hijo es que Gabriel Alejandro era pelotero y actualmente jugaba en la categoría juvenil A. Representó a Aragua en varios encuentros deportivos. Pertenecía a la Escuela de Béisbol en el municipio Francisco Linares Alcántara”, agregó.
Además agregó, “mi muchacho iba a ser un prospecto beisbolista. Le gustaba pichar y su sueño era ser alguien en las Grandes Ligas. Sin embargo, una mala jugada del destino le arrebató lo más sagrado del ser humano como es la vida”.
“No tengo palabras para expresar las virtudes de Gabriel, quien cursaba sexto grado en la Unidad Educativa Coropo”, añadió el señor.
Amablemente el ciudadano, quien no se identificó, facilitó la fotografía de su hijo. “Así lo recordarán sus amigos, vestido de peloterito.
Al pie de la gráfica se leyó un mensaje que dice textualmente lo siguiente: “¡¡Te amo papi!!! Te fuiste tan rápido ¡Perdóname por no estar ahí para defenderte! ¡Papi te extraño!”. Se trata de un mensaje muy conmovedor e impactante. Paz a sus restos.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
CJL
