La Superliga Europea volvió a mostrar su satisfacción por la resolución del Consejo de la UE sobre un modelo deportivo democrático y abierto, basado en la libertad de asociación y el respeto al derecho de la Unión Europea, que coincide con su planteamiento, y aseguró estar abierta a un diálogo constructivo.
En su último comunicado emitido tras la resolución del Consejo, su promotores, Anas Laghrari y John Hahn, celebraron la misma, igual que hace una semana el informe aprobado por el Parlamento Europeo, ya que «lo que pide el Consejo coincide plenamente con lo que es la Superliga Europea», en su opinión.
Ante la afirmación del Consejo de que el deporte europeo se enfrenta a amenazas como casos de mal gobierno, corrupción, manipulación deportiva, inestabilidad financiera, violaciones de los derechos humanos…, la Superliga afirmó que su «objetivo principal es proteger el fútbol europeo contra estos abusos».
«Entre otras cosas, garantizando la sostenibilidad a largo plazo, a través de un sistema de gobierno transparente y eficaz para los clubes e invirtiendo en el fútbol femenino desarrollando una Superliga Femenina», indicó.
También aludió a la solidaridad financiera y recordó que «se ha comprometido a realizar pagos mínimos anuales de 400 millones de euros al fútbol base; que crecerán al ritmo de los ingresos».
«Esta cantidad es más de tres veces superior a la que actualmente aporta la Liga de Campeones de la UEFA. A lo largo del periodo inicial del contrato, este compromiso superaría los 10.000 millones de euros», precisó.
La UEFA regulador
Igualmente se refirió al reconocimiento del Consejo de la «capital importancia de que el deporte organizado (…) cumpla los principios de buena gobierno y respete el Derecho nacional; internacional y de la UE» y a sus llamamientos para que las federaciones deportivas concilien ;»de un modo democrático, equilibrado y cohesivo, los intereses de los atletas; los clubes; las ligas, los aficionados y otras partes interesadas».
«Lamentablemente, esta no es la realidad actual del fútbol europeo, ya que los efectos del monopolio de la UEFA son diametralmente opuestos a esos objetivos. La UEFA es el único regulador; operador y promotor del fútbol europeo de clubes, lo que vulnera los propios principios de la UE y su política de competencia. La UEFA se arroga la facultad para aprobar la entrada de nuevos competidores a la propia actividad en la que tiene una posición de dominio; bloqueando cualesquiera iniciativas de terceros que compitan con su monopolio en la Unión Europea», insistió.
La Superliga señaló que «está aportando al fútbol de clubes europeo una innovación que se necesitaba desde hace tiempo» y se mostró «a disposición de las instituciones de la Unión Europea y de todas las partes interesadas del fútbol europeo para entablar un diálogo constructivo; abordar las cuestiones mencionadas y encontrar las mejores soluciones para el fútbol en su conjunto».