Se mantiene el colapso de cloacas en la calle Briceño Méndez

Entre aguas servidas viven los habitantes de la calle Briceño Méndez del sector 3 de Piñonal, desde hace más de 10 años y, a pesar de que han informado a las autoridades acerca de esta situación no han recibido solución.

Se mantiene el colapso de cloacas en la calle Briceño Méndez

Comentaron que hace más de 2 años los equipos competentes se dirigieron a la comunidad, pero no resolvieron la situación, solo utilizaron el hidrojet para despejar las tuberías y que bajaran las aguas.

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Sin embargo, esto solo fue «un pañito de agua tibia», como lo calificaron los mismos vecinos, porque no se reparó la problemática, sino que se pusieron los esfuerzos en una solución a corto plazo. Además, después de esto, no volvieron a dirigirse al sector, a pesar de que se volvió a notificar que persistía el problema.

«Tenemos más de dos años pidiendo por favor que nos arreglen las aguas servidas, ya ellos están al tanto; hidrocentro y alcaldía de Girardot», aseveró Anyibel Blanco, vecina del sector.

El colapso de las aguas residuales se debe a que en la calle hay un samán que tiene muchos años en la comunidad, por lo que sus raíces han roto y obstruido todos los colectores de aguas servidas.

SUSTITUCIÓN DE CLOACAS

Es por esto que necesitan no solo la sustitución y reparación, sino la tala de este árbol que pone en peligro a todas las personas que hacen vida en esta comunidad, además; si se corta estarían evitando futuras recaídas en la problemática.

Las cloacas no solo corren libremente por las calles de esta zona, sino que el colapso es tal que dentro de los hogares también presentan este inconveniente. Algunas personas comentaron que cuando bajan las pocetas, el agua se regresa, viéndose comprometidos lavaplatos, drenajes y demás salidas de agua.

«Aquí tenemos un problema desde hace tiempo ya con esas cloacas, eso se desborda y cuando llueve es peor. Se desborda por el fregadero, en la batea no se puede echar agua, nosotros lavamos y botamos el agua, menos mal que tenemos patio», expresó Mireya Pérez.

En este sentido, con la llegada de la época de lluvias, esta situación se agrava mucho más, poniendo en riesgo sanitario a todas las familias comprometidas, los malos olores, las moscas y los mosquitos son una constante preocupante en el sector.

La gravedad de esta problemática es amplia ya que las aguas negras que se empozan en las calles y en las tanquillas no solo atraen malos olores, sino que traen mosquitos que, en muchas ocasiones, transmiten dengue, encontrándose varios niños y adultos afectados. A su vez, a escasos metros del punto más fuerte del problema funciona el ambulatorio Ambrosio Plaza, que también se muestra afectado.

«Quedaron en que venían a arreglar el problema y eso se quedó así. Que estábamos en una lista, que tenemos que esperar y no hicieron nada», explicó Víctor Perozo.

Así bien, los vecinos vuelven a hacer un llamado a través de los medios de comunicación a las autoridades competentes a que se aboquen a solucionar este inconveniente que tiene años y que compromete la salud de las personas.

ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo
fotos | HUGO PATRIZ (pasante)

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