Centroamérica impulsa un mercado regional de deuda que representa alrededor de 120.000 millones de dólares anuales, para atraer inversores y abaratar los costos de fondeo, según explicó el presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi.
Este mercado «es un proyecto de verdadera integración» impulsado por el BCIE, el Consejo de Ministros de Haciendo o Finanzas de Centroamérica, Panamá y República Dominicana y el Consejo Monetario Centroamericano, que se espera que comience a operar el primer trimestre de 2022 con títulos valores nominados en dólares, precisó Mossi en una entrevista con Efe.
La primera piedra la lanzará el BCIE con un aporte de 150 millones de dólares: «la idea es atraer a otros inversionistas; demostrarles que el Banco Centroamericano no teme y que le vamos a apostar al mercado de deuda regional» dotándolo de liquidez para que funcione sin problemas.
«¿Por qué tenemos títulos de valores en todo el mundo menos en la región? Tiene todo el sentido del mundo que el mismo BCIE se vuelva un actor; en el sentido de ser parte de ese mundo de inversionistas para proteger esa liquidez que necesitamos a corto plazo», consideró Mossi.
Con la concreción del mercado regional de deuda «estamos cerrando la ecuación de la voluntad política; de la voluntad económica de inversionistas, de institutos de pensiones que están interesados en diversificar su cartera de una manera no muy complicada».
«Yo creo que esto va a ser una muy buena noticia para la región, le va a abaratar el costo de financiamiento a todos los Gobiernos; que a veces terminan en aprietos cuando quieren hacer emisiones privadas y sus mercados se vuelven muy chicos y terminan con deudas muy caras de corto plazo», agregó Mossi, economista y diplomático hondureño.
SOBERANOS CENTROAMERICANOS DE MUY BUENA CALIDAD
Anualmente la región centroamericana emite 120.000 millones de dólares en deuda; y la idea es que ese caudal venga a este mercado regional, sostuvo el presidente del BCIE, que tiene como socios regionales a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica (fundadores), Panamá y la República Dominicana (no fundadores).
«Un emisor de deuda, póngase Guatemala, dice ‘voy a colocar 500 millones de dólares de deuda’. Yendo al mercado de regional va a poder acceder fácilmente, por ejemplo, Costa Rica; va a competir con otros para comprarle bonos a Guatemala, pero sin temor, porque va a haber una instancia donde va a estar detrás el BCIE para asegurar liquidez del mercado en cualquier momento», afirmó.
El Banco Centroamericano emite deuda en los mercados globales y ha demostrado «que sí es posible vender la marca del BCIE en el resto del mundo; y de la misma manera podemos vender la muy buena calidad de soberanos que hay en la región centroamericana».
«Los países centroamericanos pagan al día. La región centroamericana; con su buen récord de pago, puede demostrar a los mercados de capital que aquí los negocios de títulos bursátiles en deuda soberana son negocios buenos, sólidos y que pueden invertir con el acompañamiento del BCIE para asegurar liquidez en cualquier momento».
El BCIE ya conversa con sus socios en Asia y Europa para ver «cómo acompañan en este esfuerzo de traer socios interesados en deuda centroamericana, pública o privada; capitales frescos que vengan a comprar».
«No solo estamos generando el mercado de deuda; sino también el mercado de los interesados en comprar esa deuda y nuestro concepto original es traer inversionistas de tan lejos como Corea, Taiwán, España, México, Argentina, Colombia, donde ya tenemos un buen nombre, a que inviertan con nosotros en este mercado regional».
EN BUSCA DEL «NUEVA YORK» CENTROAMERICANO
Para instalar la sede del mercado regional de deuda se han analizado todos los países de Centroamérica. Panamá; El Salvador y República Dominicana son los candidatos que «llevan una clara delantera», afirmó Mossi.
Estos tres países «tienen mercados de capitales, bolsas mucho más desarrolladas, mejor establecidas; mejor regulación, y sí también una vinculación con el tema logístico».
Panamá y El Salvador «tienen naturalmente una ventaja al tener al dólar como moneda de circulación oficial; pero también hay que tomar en cuenta el tamaño del mercado de capital, el acceso, el reconocimiento de los inversionistas globales de ese centro de negocios. Y la regulación. Buscamos regulaciones que sean balanceadas, internacionalmente reconocidas y que un inversionista se sienta seguro».
El que finalmente se elija como sede del mercado regional «sería el Nueva York de Centroamérica; donde todo inversionista que quiera buscar capital para desarrollar» viajaría para presentar su proyecto.