Miguel Cabrera despidió junio con una productiva jornada, incluido su séptimo jonrón y el 494 de su carrera, lo que le permitió apoderarse en solitario del puesto 28 de la historia, que compartía desde el lunes con Lou Gehrig, legendario miembro del Salón de la Fama, y Fred McGriff, en el segundo juego de una doble cartelera entre los Tigres de Detroit y los Indios de Cleveland para completar una barrida este miércoles. Detroit había ganado 9-4 a Cleveland en el primero.
Cabrera pescó una recta de cuatro costuras de Nick Wittgren, que devolvió a 105,4 millas por hora por encima de la pared, entre los jardines central y derecho, del Progressive Field de Cleveland. La pelota recorrió una distancia de 383 pies, de acuerdo con Statcast.
El maracayero elevó sus extrabases a 1.098, apenas a uno de Eddie Murray (1.099), otro inmortal que ocupa el escalón 22 de la historia. Además, mejoró la sumatoria de sus anotadas a 1.481, lo que le niveló con Arlie Latham (un pelotero del siglo XIX), en el lugar 77 en los anales de las Mayores.
Ahora Cabrera necesita seis vuelacercas para convertirse apenas en el pelotero 28 en los registros de las Grandes Ligas con al menos 500 bambinazos.
Miguel Cabrera la sacó en la quinta entrada
El estacazo solitario se produjo en el quinto inning, para colaborar con el triunfo de los Tigres de Detroit 7-1.
Cabrera terminó la tarde-noche con cuatro hits en ocho turnos, con tres anotadas y una impulsada, una actuación que dejó su línea ofensiva en .329/.356/.494 (85-28), con 15 carreras, cinco dobles, tres jonrones, 14 producidas y .850 de OPS el mes pasado. El recio toletero derecho no ligaba .300 en 30 días calendario desde junio de 2019.
Cabrera pegó dos hits en cuatro turnos al bate y anotó en dos ocasiones para elevar su conteo de hits a 2.919, a 10 de empatar con Al Simmons en el puesto 40 de la clasificación histórica de la liga.
“Cada vez luce más saludable y está empezando a establecer el tiempo (de su swing)”, declaró el mánager A. J. Hinch, según MLB.com. “Está empezando a mantener la disciplina en su enfoque. Incluso un bateador veterano, curtido, un bateador tan consumado como él, necesita un ajuste de vez en cuando”.
El buen momento en el plato de Cabrera ha hecho que su promedio global reboté desde .184 a .240.
“Creo que se ha estado asentando muy bien y pienso que sabe lo que está tratando de hacer. Y cuando sale y ejecuta, es recompensado con hits y el jonrón a la banda opuesta de hoy, le genera confianza. No importa cuánto tiempo llevas en la liga. Necesitas producción para sentirte bien contigo mismo”.
