La UE corre el riesgo de no lograr metas en gestión de residuos electrónicos

La Unión Europea (UE) corre el riesgo de no alcanzar los objetivos más ambiciosos que se han fijado en la gestión de residuos electrónicos, según alertó este jueves el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE).

Aunque el Tribunal reconoció que los Estados miembros de la UE recogen y valorizan más apartados eléctricos y electrónicos que la mayoría de los territorios del mundo, afirmó que aún quedan retos por cumplir para alcanzar los nuevos objetivos.

El responsable del análisis y miembro del Tribunal, Joëlle Elvinger, destacó que la recogida y valorización de residuos electrónicos en la UE “ha mejorado a lo largo del tiempo, y la UE recicla actualmente alrededor del 80 % de los residuos electrónicos que recoge”.

Entre los residuos eléctricos y electrónicos se abarca una serie de dispositivos desde pequeños electrodomésticos y material informático hasta grandes aparatos como placas fotovoltaicas o cajeros automáticos.

El informe señaló que los últimos datos ofrecidos por Eurostat de 2017 y 2018 indicaron que pocos Estados miembros alcanzaron un índice de recogida del 65 %, por lo que según las estimaciones, solo Bulgaria y Croacia alcanzarían ese 65 % en 2019, y ningún Estado miembro alcanzaría el objetivo alternativo del 85 %.

En 2016 el objetivo de recogida de residuos electrónicos se estableció en un 45 % del peso medio de los aparatos eléctricos y electrónicos introducidos en el mercado en el Estado miembro en los 3 años anteriores.

Sin embargo, el informe del Tribunal de Cuentas Europeo apuntó que algunos Estados miembros no lograron ese objetivo.

Después, en 2019 el porcentaje se incrementó hasta el 65 % del peso medio y se estableció la alternativa de recoger el 85 % de los residuos electrónicos generados en el territorio del Estado miembro.

Aunque se fijaron unos objetivos más exigentes, el Tribunal subrayó que todavía existen dificultades, como la mala gestión de los residuos electrónicos, los traslados ilegales y otras actividades delictivas.

Los traslados ilícitos de residuos electrónicos se producen con frecuencia a causa de su clasificación errónea como aparatos usados, según expuso el informe, lo que supone una declaración engañosa para que sean considerados como operaciones comerciales regulares con el fin de eludir los requisitos legales.

Asimismo, la UE se enfrenta al problema que plantea el aumento en la recogida, el reciclado y la reutilización de residuos electrónicos.

En el informe se explicó que las sustancias peligrosas que a menudo se encuentran en este tipo de residuos son nocivas para el medio ambiente, pero que los productos electrónicos también suelen contener metales y plásticos que sirven de materias primas para fabricar nuevos productos, por lo que son idóneos para el reciclado.

En 2020 la Comisión publicó un Plan de acción para una nueva economía circular, en el que se identificaron los aparatos electrónicos e informáticos como productos que exigen “una intervención urgente”.

EFE