Esta semana se viralizó un video en Sudáfrica, donde se puede observar como una mujer en un supermercado se quitó su ropa interior y la usó como mascarilla improvisada.
Las cámaras captaron cuando la mujer rubia se encontraba de pie en la fila de la caja con un maxi vestido y sandalias pero sin mascarilla. Ante eso, un guardia de seguridad le informa que debe tener u tapaboca para seguir comprando en la tienda y, sin mucho aviso, se agacha mete las manos bajo el vestido y se baja la ropa interior.
Otros clientes la miraron con disgusto y uno grita: “¿Qué está pasando?”. La creativa localizadora de mascarillas improvisadas procede entonces a ponerse la ropa interior en la cara antes de ofrecerles dos pulgares hacia arriba a los guardias de seguridad, y pregunta: “¿Contentos?”.
Actualmente, Sudáfrica, al igual que casi todo el planeta, exige que todo el mundo lleve mascarilla cuando está en público. Negarse a cumplir la ley es un acto criminal. El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa incluso declaró que cualquier persona que no lleve máscara podría ser detenida y procesada, con una multa o una pena de prisión por un período no superior a seis meses, o ambas cosas a la vez.