Los cerca de 900 terneros cargados en un barco de bandera libanesa que durante más de dos meses peregrinaron por el Mediterráneo, al ser rechazados por Turquía y Libia, fueron desembarcados finalmente este sábado en el puerto español del que partieron en diciembre.
Los operarios del buque Karim Allah, atracado en Cartagena (España), están ejecutando desde esta mañana hora local una orden de desembarco, a la que previsiblemente sigue su sacrificio, informaron a Efe fuentes de la compañía armadora.
La ejecución de esta orden se produce después de que el viernes el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que interviene por el principio de territorialidad vinculada a la sede en la capital de España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, denegase la suspensión del sacrificio que había pedido el armador.
El Ministerio estaba a la espera de dicha resolución judicial, una vez que dio de plazo hasta el pasado jueves a los responsables del barco para que le comunicasen si sacrificarían a los terneros o en caso contrario lo haría la Administración española.
El desembarco pone fin a un episodio que comenzó a principios de la semana pasada cuando el barco decidió regresar a España tras ser devuelto por Turquía y Libia, que prohibieron desembarcar las reses ante la sospecha de que hubieran salido de España infectadas de lengua azul, extremo que fue desmentido por la asociación de productores Asoprovac y el Gobierno español.
El armador era contrario al sacrificio y prefería intentar venderlas en algún tercer país para evitar más pérdidas económicas.
DOS MESES POR EL MEDITERRÁNEO
Sin embargo, una inspección realizada al ganado por el Ministerio recomendaba su aislamiento y sacrificio tras más de dos meses embarcadas, después que hubieran partido de Cartagena (este) el pasado 18 de diciembre.
Los inspectores determinaron que el estado de los terneros tras esos dos meses “impide que emprendan de nuevo viaje para su exportación a un país tercero”.
Tampoco era posible devolverlos con vida a territorio de la Unión Europea porque venían de hacer parada en Turquía y Libia y son dos estados que “no se encuentran en la lista de países terceros autorizados para exportar animales vivos a la UE”.
De la resolución de este caso estaba pendiente el buque Elbeik, de bandera togolesa, cargado con unos 1.800 terneros y que partió también hace más de dos meses del puerto español de Tarragona (noreste).
Fue igualmente devuelto por Turquía y Libia por las mismas razones y el armador decidió en un primer momento que regresase a España, pero posteriormente optó por esperar a ver qué ocurría con el Karim Allah.
Por el momento, sigue buscando un país donde vender su mercancía y, tras parar este viernes en El Pireo (Grecia) para cargar alimento y pienso, los radares de navegación marítima lo sitúan ahora viajando hacia el puerto de Kali Limenes de la isla griega de Creta.
