Hoy se cumple 20 años de la tragedia de La Guaira

Luego de 20 años de una de las peores tragedias en la historia de Venezuela, el deslave del estado Vargas en el año 1.999 aún tiene heridas frescas, sobretodo, dicho por aquellas personas que fueron sobrevivientes de esos tres días sumamente oscuros y que aún descansan en lo más profundo de su mente. La tragedia de Vargas acabó con la vida de más de 10 mil personas, sin embargo, las cifras pudieran ser más altas y algunos estudios han demostrado que hasta 50 mil personas pudieron haber desaparecido en lo hondo del Mar Caribe. No obstante, negocios y miles de casas también fueron devastados durante esa pesadilla decembrina que eliminó prácticamente la mitad del estado costero.

En los suburbios de las tierras litoralenses como Macuto, Maiquetía, Catia La Mar, Urimare y Naiguatá aún pueden encontrarse algunos escombros de tan catastrófico suceso guaireño. Entre el barro y la tierra seca de ese entonces, quien camine por esas calles solo podría imaginarse el desespero de todo el poblado al percatarse que la tierra montañosa los cubriría por completo.

Hasta los momentos no se conoce con precisión la cantidad de muertos. Las estimaciones ofrecidas por las autoridades para esa fecha alcanzan los 30.000 fallecidos y tantos miles más de desaparecidos, entre los que se encuentran 119 niños de los cuales no se tuvo ningún registro.

La cantidad de agua que cayó sobre el cerro El Ávila hizo que se produjera el deslizamiento de piedras, que alcanzaban enormes tamaños, y los troncos de los árboles que habían sido arrancados. Chocaban con las casas y los edificios con una fuerza tan vasta que fueron capaces de demolerlos en segundos.

De la tragedia de Vargas quedó un desierto

Muchas personas murieron en sus casas atrapadas porque no pudieron salir a tiempo o porque se resistían a dejar lo que había sido su hogar durante años, quizá lo único que tenían. Las toneladas de lodo tapiaron las calles y solo quedó un lugar desconocido para quienes pudieron ver el después de aquel deslave que arrasó con todo lo que había a su paso.

Muy pocas edificaciones se mantuvieron erguidas y, aunque así hubiese sido, de alguna forma quedaron notablemente dañadas. Carros, autobuses, animales y personas se iban con la corriente. No hubo contemplación de la naturaleza en esa fecha, en la que Venezuela se preparaba para las elecciones con las que el fallecido presidente Hugo Chávez pretendía modificar la Constitución.

El Nacional contactó a algunas personas que pudieron sobrevivir. A 20 años de la tragedia de Vargas, así recuerdan esos días de incertidumbre, devastación y resignación.

 

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