El Gobierno de Brasil transmitió este martes su “felicitación” al presidente electo de Panamá, Laurentino Cortizo, y se mostró dispuesto a trabajar con “su equipo” para darle un “renovado impulso a las relaciones bilaterales”.
En una nota difundida por la Cancillería, el Gobierno de Jair Bolsonaro extiende su felicitación a “la sociedad panameña por la calidad del proceso electoral, en el que también fueron escogidos los nuevos miembros de la Asamblea Nacional, del Parlamento Centroamericano, de alcaldías y consejos locales”.
En otro párrafo, el comunicado manifiesta la “mejor disposición” del Gobierno del ultraderechista Bolsonaro para “trabajar con el equipo del presidente electo”, a fin de darle “un renovado impulso a las relaciones bilaterales y a los importantes flujos económicos, políticos y culturales entre los dos países”.
En las elecciones del pasado domingo, el socialdemócrata Cortizo se impuso por un estrecho margen al candidato del partido Cambio Democrático (CD-liberal), Rómulo Roux, quien llegó a denunciar supuestas “irregularidades” durante el desarrollo de los comicios.
Sin embargo, Roux reconoció luego la victoria de Cortizo, pese a que insistió en que ocurrieron diversas “irregularidades” en algunos centros de votación.
Según los últimos datos de las autoridades electorales, con un 97,4 % del censo escrutado Cortizo sumaba un 33,26 % de los votos, frente al 31,01 % obtenido por Roux.
La victoria de Cortizo representa el regreso al poder del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que gobernó por última vez con Martín Torrijos durante el período 2004-2009.
En los comicios del domingo quedó en tercer lugar el aspirante por libre postulación Ricardo Lombana, con un 19,5 % de los votos, que suponen un ascenso histórico de los movimientos independientes, mientras que la cuarta posición fue para el candidato oficialista José Blandón, el gran derrotado de la jornada, con sólo el 10,28 %.
Cortizo recibirá el poder el próximo 1 de julio de manos del actual mandatario, Juan Carlos Varela, quien deja el cargo con bajos niveles de aprobación, debido sobre todo a la desaceleración de la economía y las crisis en los sistemas de salud y justicia.
EFE
