Usuarios de gas doméstico desplazaron a los bachaqueros

La parte externa del llenadero de gas doméstico ubicado en el sector La Julia, municipio Mariño, se convirtió en un caos por los reclamos y malestar de al menos mil personas que desde las 12:00 de la noche del jueves durmieron en el sitio con la esperanza de poder comprar una bombona de gas doméstico para preparar sus alimentos.

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Muchos aseguraron que la gran cantidad de gente que hizo su cola en la noche anterior obligó a los bachaqueros a replegarse para no ser agredidos. Esa fue la razón por la que se fueron del sitio con más de 10 bombonas cada uno. Aunque muchos aseguran que los distribuidores enviaron un emisario y recomendaron a los bachaqueros que se quedaran quietos por ahora.

Según Enrique Servillón aseguró, “yo vengo desde Mariara, llegué a las 12:00 de la noche, aquí en este tierral del llenadero de gas, traje una sola bombona, me dijeron que solamente venden un solo cilindro por persona y hay que respetar, dormí a la intemperie es feo, pero felizmente habían muchas personas y entre todos nos brindamos seguridad, nos cuidamos para que no nos roben, es triste decirlo, pero hemos llegado a esta situación que antes no habíamos vivido”, indicó.

Luego Jesús Freites señaló, “hay demasiada gente, la mayoría durmió aquí desde el jueves, pero también otras familias llegaron a las 3:00, 4:00 y 5:00 de la madrugada, lo que pasa es a la fecha de fin de año también influyó en la cantidad de compradores de gas, claro que esto no debe suceder porque dicen que Venezuela hay mucho gas, sin embargo hay escasez en todo el país, yo voy a comprar una bombona, porque en el barrio Santa Rosa no se consigue, espero comprarla a precio justo”, señaló.

También Carmen de González afirmó, “yo vengo desde La Victoria y llegué aquí a las 5:00 de la madrugada de ayer viernes, es injusto que esto esté sucediendo, aquí no respetan ni siquiera a la tercera edad ni a los discapacitados, todo el mundo tiene que padecer la brisa nocturna, el peligro de ser atacado por los delincuentes, yo vengo cada 15 días y en esta oportunidad veo que hay demasiada gente, cada día está peor, los bachaqueros tuvieron que irse porque sabían que toda esta gente podía molestarse si el distribuidor les vendían 15 a 20 bombonas que compran para revenderlos en sus barrios”, denunció.

Finalmente Cristóbal Calcurian dijo, “llegué a las 4:00 de la madrugada y me encuentro con todo este gentío, no había ni siquiera resguardo policial, tenemos que arriesgar la vida para comprar una cilindro y poder cocinar nuestros alimentos, esta zona es peligrosa, pero entre todos nos cuidamos, vengo desde Cagua y por esos lugares los bachaqueros la venden a 1.000 Bolívares Soberanos, el país cada día se derrumba más y más y nosotros los venezolanos sin poder comprar comida, ni medicinas, ni transporte y ahora sin gas”, dijo.

LUIS CHUNGA | elsiglo
fotos | FAUSTINO PÉREZ