Católicos de Nicaragua celebran a Virgen María, con altares vandálicos

Los creyentes católicos de Nicaragua utilizaron ayer «altares vandálicos» para celebrar la gran fiesta religiosa conocida como «La Gritería», en honor de la Virgen Inmaculada Concepción de María, en medio de la crisis sociopolítica que vive el país desde el pasado abril.

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La Gritería» es una fiesta religiosa y folclórica

En «La Gritería», una fiesta religiosa y a la vez folclórica, los nicaragüenses salen en masas a las calles, cada 7 de diciembre, para cantar frente a toda imagen de la Virgen de la Concepción que encuentran a su paso, misma que es adornada con flores y gran imaginación.

Este año los dueños de las imágenes, en su mayoría, colocaron a la Virgen María en estrados adornados con colores predominantemente azul y blanco, los de la bandera de Nicaragua, utilizados para mostrar rechazo al Gobierno del presidente Daniel Ortega desde el estallido social de abril.

Los nicaragüenses no tardaron en llamar a los estrados «altares vandálicos», en alegoría a la palabra utilizada por el oficialismo para referirse a quienes adversan a Ortega en Nicaragua.

Telas, flores, guirnaldas, velas e incluso la bandera nacional de Nicaragua fueron utilizados para adornar a una santidad católica cuya vestimenta coincide con los colores del pabellón nicaragüense.

Las madres de unos 610 arrestados, denominados como «presos políticos» por las organizaciones humanitarias, colocaron fotografías de sus hijos en el mismo montaje junto a la imagen de la Inmaculada Concepción de María.

El temor se debe a que en medio de la crisis varios ciudadanos han sido capturados por la Policía mientras portaban la bandera nacional de Nicaragua o vestimenta con los colores azul y blanco.

El Gobierno ha informado de 273 reos, que califica de «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes».

Este año «La Gritería» se inició desde antes del mediodía, debido a la sensación de seguridad que se mantiene en Nicaragua tras el estallido de la crisis.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos locales cuentan hasta 545 muertos, de los cuales el Gobierno reconoce 199.

Ortega no admite señalamientos y afirma que venció un intento de «golpe de Estado».

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, tras 11 años de Gobierno.

EFE