Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) localizaron un túnel de ataque del movimiento terrorista Hezbollah que se infiltraba en territorio israelí. El hallazgo se produjo tras el inicio de la operación “Escudo del Norte”.

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El túnel fue descubierto en la parte sur de Kafr Kela. Poco tiempo después, tropas de ingeniería del Ejército comenzaron el proceso operativo para neutralizarlo.

En un comunicado, el portavoz de las FDI explicó que “el túnel se infiltraba en territorio israelí y tenía el propósito de hacer daño a civiles”, aunque aclaró que “no representaba una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el área”.

Según informaciones publicadas, el túnel llegaba unos 40 metros dentro del territorio de Israel, y su longitud total era de unos 200 metros. El portavoz militar aclaró que hay algunos túneles incluso más largos que este y que es solo el comienzo de la operación que, según sus palabras, “durará semanas”.

Además, el funcionario reveló que, de acuerdo a la información de inteligencia, terroristas de Hezbollah estuvieron más de dos años cavando el paso, que salía desde un edificio residencial en Líbano.

“Las Fuerzas de Defensa de Israel han lanzado la operación ‘Escudo del Norte’, para exponer y frustrar túneles de ataque transfronterizos excavados por la organización terrorista Hezbollah del Líbano a Israel”, anunció el teniente coronel Jonathan Conricus a un grupo de periodistas.

La operación se desarrollará a lo largo de toda la frontera norte, aunque por ahora solamente en el territorio israelí. La directiva para los habitantes de las comunidades de la zona es mantener la rutina diaria. Sus dirigentes fueron informados con antelación de la iniciativa.

Tras la guerra con Líbano de 2006, explicó el militar, “Hezbollah empezó a desarrollar una extensiva infraestructura subterránea y lanzó en 2012 la operación denominada ‘Conquistando la Galilea”.

Dos años más tarde, Israel detectó que el grupo terrorista chiita “compartía información con Hamás”, el movimiento islamista palestino que gobierna en Gaza, que también desarrolló una potente infraestructura subterránea en las fronteras de la Franja con Israel y Egipto, por lo que intensificó los controles.

Se puso en marcha entonces una fuerza conjunta del Comando Norte, el Cuerpo de Combate de Ingenieros, la Administración de Desarrollo de Armas e Infraestructura y la Inteligencia militar para detectar la amenaza de túneles de ataque en la divisoria con Líbano, la denominada “línea azul”.

Conricus señaló que los subterráneos suponen “una patente violación de la soberanía israelí” y son “una prueba de la indiferencia de la organización terrorista Hezbollah frente a las resoluciones de la ONU, especialmente la 1701″.

Las actividades de la milicia chiita, aseguró, se llevan a cabo “desde pueblos y viviendas civiles en el sur del Líbano”, lo que “pone en peligro a la población libanesa de la zona, además de a los ciudadanos israelíes” al otro lado de la divisoria.

Si bien los túneles (cuyo número declinó precisar el portavoz más allá de señalar que son “varios” y “más de uno”) penetraban en territorio israelí, fueron descubiertos “antes de estar operativos” y no suponían ninguna amenaza inminente para la población civil israelí.

Conricus considera que los túneles descubiertos son una muestra más del “atrincheramiento de Irán en la región” y denunció que “esta violación se suma a muchas otras llevadas a cabo (por Hezbollah) desde 2016, financiadas con dinero y conocimiento iraní”.