“El Rey” relata al jurado la primera huida del Chapo

El jurado que debe decidir el destino de Joaquín “El Chapo” Guzmán escuchó ayer detalles de su primera huida de prisión y de varios los episodios más sangrientos de su carrera, en el segundo día de testimonio del narcotraficante Jesús “El Rey” Zambada García.

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CHapo
La seguridad controla el ingreso de personas al juzgado

Durante más de cinco horas, Zambada García repasó a preguntas de la Fiscalía gran parte de la trayectoria de Guzmán, incluidos algunos de los momentos más conocidos, como su evasión del penal de Puente Grande en enero de 2001.

“El Rey” explicó que ya a finales del año 2000 su hermano, el socio del Chapo Ismael “El Mayo” Zambada, le había advertido de que Guzmán estaba preparando su huida, que llevó a cabo con ayuda de un funcionario de prisiones a bordo de un carro de lavandería.

Tras la evasión, con las autoridades pisando los talones al Chapo, los hermanos Zambada García se encargaron de fletar un helicóptero para evitar su captura y fueron en persona a recibirle a Querétaro, según su relato.

El propio Jesús Zambada se encargó de trasladar a Guzmán por carretera a Ciudad de México, donde les esperaban un grupo de agentes policiales que estaban a su sueldo para darles protección.

El Chapo había sido detenido en 1993, en Guatemala, poco después de que las autoridades le atribuyesen responsabilidad por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Guadalajara.

Según “El Rey”, Posadas murió en un ataque llevado a cabo por sicarios del clan de los Arellano Félix, que estaban en guerra con Guzmán y planeaban asesinarle ese día.

El Chapo evitó la emboscada, pero el cardenal, que llegó al aeropuerto en un automóvil similar al que utilizaba el narcotraficante, fue confundido con Guzmán y asesinado.

Buena parte del relato hecho hoy por Zambada García se centró en la “guerra” mantenida durante años por los Arellano Félix, líderes del Cartel de Tijuana, y la Federación, el grupo que luego se convertiría en el Cartel de Sinaloa.

“El Rey” habló por ejemplo del conocido tiroteo vivido en 1992 en la discoteca Christine de Puerto Vallarta, donde un grupo liderado por el Chapo trató sin éxito de matar a Ramón Arellano Félix, en un incidente en el que murieron varias personas.

Diez años después, el Chapo sí logró su objetivo, cuando Arellano Félix fue asesinado en Mazatlán (Sinaloa), en una operación organizada por Guzmán.

Según “El Rey”, un par de años después el Chapo le admitió que “si algo le dio gusto, fue haber matado” a Ramón Arellano.

Guzmán, vestido con traje y corbata azules y camisa blanca, siguió ayer con atención todo el testimonio de Zambada García, el primer cooperante del Gobierno estadounidense en declarar.

“El Rey”, que fue detenido en 2008 y luego extraditado a EEUU, ha recibido de las autoridades estadounidenses ayuda para sacar a su familia de México y protegerla en Estados Unidos.

Tras haberse declarado culpable de varios delitos, el narcotraficante está a la espera de conocer su sentencia, que podría ser de cadena perpetua, pero que puede ser más reducida si el juez tiene en cuenta su cooperación con la Justicia.

LA SOCIEDAD

Durante tres horas, paso a paso como si fuese un filme, el Rey contó como nació la sociedad entre el Mayo y el Chapo, y cómo empezó la guerra del cartel de Sinaloa con el cartel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix.

El Rey, que controlaba la actividad del cártel en Ciudad de México, contó que pagaba personalmente sobornos al comandante de la Procuraduría General de la República (PGR) en la capital mexicana, a la policía federal de caminos, que controla asimismo puentes y aeropuertos, a la policía judicial federal, estatal y municipal y “a Interpol también”.

“Los sobornos para funcionarios en Ciudad de México eran unos 300.000 dólares por mes”, contó al jurado Zambada, de 57 años, que vestía traje de presidiario azul y camiseta naranja.

Los alrededores del juzgado con alta seguridad

Zambada dijo que también pagó por 2004 un soborno de 100.000 dólares al general Gilberto Toledano, a cargo del estado de Guerrero, a pedido del Chapo.

“Yo iba a importar cocaína de Colombia por el estado de Guerrero (…) y el Chapo me dijo ‘ahí está el general Toledano, es amigo mío, vaya a verlo y dele 100.000 dólares de mi parte'”, contó el Rey.

El Rey contó cómo nació la sociedad entre su hermano Mayo Zambada, próximo al capo Amado Carrillo Fuentes, y el Chapo, cercano a Juan José “Azul” Esparragoza.

Y cómo “La Federación” -que luego pasaría a llamarse cartel de Sinaloa y que también integraba a otros narcos como los Beltrán Leyva- entró en una violenta guerra con el cartel de Tijuana dirigido por los hermanos Arellano Félix, que querían absoluto control de esa frontera.

“COMENCÉ A LUCHAR”

El Rey aseguró que él no mató a nadie, pero que en 1994 o 1995 dos sicarios de los Arellano Félix intentaron matarlo, disparándole a quemarropa en una tienda. Le abrieron “una zanja” en la cabeza, que comenzó a sangrar profusamente.

“Caí al suelo, pero no quedé inconsciente. Salté con mi pistola en la mano y comencé a luchar. Se sorprendieron porque pensaron que yo estaba muerto”, contó el Rey, que hirió a uno de los sicarios, aunque estos escaparon.

Contó que los Arellano Félix mataron a su hermano Vicente en la puerta de su casa, aunque éste no estaba en el negocio de la droga.

La prensa rodea a la esposa del Chapo

EFE