Según allegados de Juan Eduardo Calzadilla Vivas, de 38 años de edad, lo mataron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), a eso de las 1:00 de la tarde del pasado miércoles en el sector La Ceibita, de la parroquia El Valle, municipio Libertador del Distrito Capital. Para los familiares se trató de un ajusticiamiento y no enfrentamiento. Al parecer, el hecho tuvo que ver con lo ocurrido el pasado sábado en el sector La Ceibita, cuando en un tiroteo con varios delincuentes resultó muerto un funcionario del organismo detectivesco.
Como se recordará, el pasado sábado en horas de la noche, el detective jefe del Cicpc, adscrito a la División contra la Delincuencia Organizada, Daniel Rojas, de 37 años de edad, iba a visitar a su esposa residente en el sector La Ceibita.
El funcionario que también vivía en el sector tuvo que mudarse del barrio por cuanto delincuentes de la zona lo amenazaron de muerte. El sábado, Rojas se topó con varios de los malandros. Se produjo una discusión que llevó a una balacera, donde el funcionario logró impactar a tres sujetos, pero no pudo evitar ser alcanzado por un proyectil disparado por uno de los individuos, que acabó con su vida.
Uno de los agresores del funcionario, un adolescente de 15 años, quedó muerto en el sitio. Otro murió en el Hospital Clínico Universitario y el tercero quedó recluido en el centro asistencial bajo custodia policial.
El pasado miércoles, una comisión de Cicpc acudió al sector La Ceibita, buscando a otros individuos que participaron en el tiroteo donde mataron al detective Daniel Rojas.
En la morgue de Bello Monte, deudos de Juan Eduardo Calzadilla Vivas, revelaron, que la comisión policial llegó hasta un puesto utilizado por la comunidad para la distribución de los productos CLAP. El hombre también utilizaba el local para vender comida, además que laboraba como taxista en un sector de Colegio de Ingenieros, sector Los Caobos, con un auto propiedad de una hermana.
La madre de Juan Eduardo dijo que los del Cicpc llegaron con mucha violencia, sacaron a la gente del local, incluso algunos eran halados por el cabello. La señora intentó impedir la agresión contra su hijo, y la encerraron en un local donde funciona una peluquería. Desde el lugar la mamá de Juan Eduardo escuchó varias detonaciones de armas de fuego.
“Lo mataron y simularon que se trató de un enfrentamiento. Lo querían involucrar en la muerte de un funcionario, pero el día de ese suceso mi hijo ni estaba en La Ceibita.”, relató la madre de la víctima.
Al tiroteado los funcionarios lo trasladaron al Hospital de los Seguros Sociales Dr. Miguel Pérez Carreño. Según la madre de Calzadilla, hay vecinos que observaron que Juan Eduardo no estaba armado, lo único que tenía en su mano era el punto de venta.
La señora admitió que su hijo estuvo preso en el 2012, involucrado en un homicidio, fue condenado a cinco años, pero a los dos años el Tribunal le dio la libertad bajo presentación.
También relataron los allegados a la víctima, que en el suceso, un vecino que filmaba con un celular lo que ocurría en el local de Calzadilla resultó herido, cuando uno de los funcionarios le partió la cabeza de un cachazo. La víctima dejó 3 hijos. Familiares exigieron que se haga justicia
OTRO DE LA GNB
A Víctor Manuel Zerpa Alzualdo, de 21 años de edad, lo mataron de dos tiros en el pecho. En la morgue de Bello Monte, familiares de la víctima relataron que el suceso ocurrió en horas de la madrugada del pasado miércoles, en el sector Sabaneta del municipio metropolitano El Hatillo, estado Miranda.
Deudos indicaron que en el sector se había ido la energía eléctrica, cuando una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana se presentó en el sector La Ceiba y fue directo a la casa donde residía Víctor Manuel con sus padres y un hermano menor.
Los familiares indicaron que los uniformados fueron directo al cuarto donde estaba Víctor Manuel y le efectuaron los dos disparos. El hombre estuvo detenido dos meses el pasado año y estaba bajo régimen de presentación. Era el tercero de cuatro hermanos y no dejó hijos.
EFRÉN PÉREZ HERNÁNDEZ | elsiglo-Caracas
