El carismático Eliécer Zapata levantó su mano con firmeza para exponer ante todos sus compañeros y su profesor, la propuesta que había ideado para “cambiar el mundo” o por lo menos aportar un pequeño paso que podría inspirar a muchos a proteger el planeta en el que vivimos.
Se trata del desarrollo de aplicaciones para la educación ambiental con la intención de sembrar conciencia en las nuevas generaciones respecto al daño que le ocasionan los seres humanos a la naturaleza. “Si los orientamos a temprana edad, cuando crezcan serán mejores ciudadanos”, afirmó.
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“Me gustaría desarrollar juegos didácticos, libros, entre otras cosas, que ayuden a los niños a entender mejor estos temas y que generen en ellos el deseo de cuidar todo lo que nos rodea, que exista la iniciativa de querer aprender más sobre la biodiversidad, los ecosistemas y el respeto a la vida de muchas especies que cumplen un papel fundamental en nuestra existencia en este mundo”.
En tal sentido, aseguró que hay muchos ejemplos de cómo la informática ha cambiado la civilización y por lo tanto, a este ritmo seguirá generando cambios, pero del hombre depende que estos sean para bien. “Estamos en un mundo social y necesitamos aprender a cuidar el entorno donde vivimos, ya que si lo destruimos no tendremos donde vivir”, argumentó.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
JAS
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