A un hombre que respondía al nombre de Carlos José Medina, de 60 años de edad, lo encontraron muerto sus vecinos en su residencia en el sector José Félix Ribas, municipio Mario Briceño Iragorry, el día 26 de junio.
Medina era muy querido en su comunidad por todos sus vecinos, quienes lo apodaban «Picolino», de profesión Ingeniero Químico, padre de dos hijos.
LOS HECHOS
Según la información que los allegados de Medina les dieron a los periodistas, los vecinos tenían varios días sin saber nada de él, por lo tanto se acercaron a su hogar, forzando la entrada para poder ingresar.
Al entrar a la casa e inspeccionar los alrededores, encontraron el cuerpo sin vida de Medina, con espuma saliendo por su boca.
Rápidamente lo llevaron al Hospital Central de Maracay, donde confirmaron su muerte entre las 5:00 y 6:00 de la tarde del lunes, para luego trasladarlo a la morgue de Caña de Azúcar.
Medina estaba pasando por la repentina partida de su padre, la muerte de su esposa y el asesinato de su hijo, todo esto lo llevó a sufrir severos problemas de depresión, hundiéndose en la bebida, provocando un deterioro de salud acelerado.
Algunos antisociales se aprovecharon de esta situación, logrando convencerlo para que vendiera sus muebles y electrodomésticos a un costo extremadamente bajo.
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La muerte del ingeniero la provocó una insuficiencia respiratoria aguda.
ERNESTO OLIVO (pasante) | elsiglo
YN
