Ante la actual crisis de la depreciación del bolívar frente al dólar, ha incrementado el precio de distintos rubros y los productos cárnicos no son la excepción, ya que en la última semana, la carne de primera subió de 70 bolívares a 120 bolívares, lo que aleja al consumidor de la posibilidad de adquirirla.
En los últimos días los pasillos de los distintos mercados estuvieron desolados, sobre todo en aquellas zonas dispuestas a la venta de carnes. Con cara de preocupación, los carniceros expresaban su angustia ante esta crisis que ha obligado a muchos a cerrar sus negocios.
“Si esto sigue así, la carne va a seguir subiendo y nadie vendrá a comprar con ese sueldo mínimo que mantiene el Gobierno, por estos días aquí no viene nadie y el que llega se va corriendo”, comentó Julio Hernández.
Asimismo, el vendedor aseguró que se ven en la obligación de regirse por la tasa del dólar paralelo, ya que los proveedores no aceptan el pago a la tasa del BCV, provocando un desbalance en los precios que ahuyenta a los compradores.
“Aquí lo que hacemos es endeudarnos porque ni las hallacas motivan a las personas a comprar carne, además que prefieren irse a los mayoristas grandes que son propietarios y tienen ese poco de carne vieja mucho más barata, hasta mi esposa la compra en otra parte y así no podemos seguir”, expresó el carnicero.
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Carniceros de Maracay preocupados por el ajuste de precios
Jennifer González, encargada de una carnicería en la Av. Bermúdez de Maracay, está a la expectativa del tan mencionado ajuste de precios, ya que considera que los entes reguladores deberían analizar la situación desde los proveedores y no obligar al comerciante a vender los productos por debajo del precio al que ellos los adquieren.
“Piensan ajustar los precios al comerciante, pero donde verdaderamente deberían ajustar es desde los proveedores, las grandes industrias, ver qué pasa allí y dar solución, tienen que empezar desde arriba porque muchas veces uno compra de una tercera mano y ya llega con precios elevados”, precisó González.
En este sentido, la vendedora comentó que las ventas han bajado considerablemente y que productos como el pernil, todavía no han tenido salida, por lo tanto, tiene la esperanza que para los últimos días del año mejore la situación.
Por su parte, Ángel Sanoja, un comprador que se quedó con la ilusión de comprar un kilo de costilla de cochino, ya que su precio de 124 bolívares excedía su presupuesto, expuso que para este año está muy difícil realizar las hallacas y más aún preparar el pernil.
“Los precios están muy elevados, todo subió como 30% y los vendedores compran en dólares y tienen que vender en bolívares y ellos no van a trabajar para perder, el que trabaja es porque necesita, así que si esto no se normaliza, no sé qué será del venezolano”, puntualizó Sanoja.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
