La problemática en cuanto al colapso del sistema de tuberías de aguas servidas en algunos sectores del municipio Libertador pareciera no tener solución. Tal es el caso de la comunidad La Carrizalera, específicamente en la calle Norte, donde el agua putrefacta recorre libremente las cunetas desde hace varios años, afectando el buen vivir de los habitantes.
El mal olor, los huecos y la maleza aunada a los mosquitos y zancudos portadores de enfermedades, agobian a los vecinos de dicho sector, quienes piden a las autoridades abocarse a solventar la situación.
Al respecto, Julio Benítez, residente de la zona, expresó que dicha problemática en la calle Norte se presenta desde hace más o menos cuatro años, cuando las bocas de visita comenzaron a desbordarse producto de la obsolescencia.
«La antigua gestión no hizo nada para ayudarnos, vinieron y sólo dijeron que había que abrir la calle completa y sustituir la tubería de punta a punta, pero ni pendiente, se fueron, dejaron de ser autoridad», dijo.
Asimismo, destacó que la actual gestión se comprometió a dar pronta solución, pero hasta la fecha no se han apersonado al lugar, «nos dijeron que no tienen recursos, ya que según, eso lo han desviado para otras obras de mayor prioridad. Esperemos que pronto nos solucionen, esto también es prioridad», exclamó.
Por su parte, Jackeline Roa manifestó que además la situación se ha convertido en un gran punto de contaminación, pues el agua se estanca y perjudica la salud de las personas que allí residen.
«El agua de cloacas pasa por todo el frente de la escuela, eso afecta a los niños que comenzaron las clases, hay días en que el olor es insoportable y salen un poco más temprano. Realmente ya estamos cansados de esta situación, nadie nos da respuesta, nuestros baños también están colapsando», condenó.
POCO ALUMBRADO
Por otro lado, Rafael Alarcón denunció que además los botes de aguas, el funcionamiento de los servicios públicos es deficiente, ya que no cuentan con un alumbrado de calidad, por lo que en las noches el sector queda a oscuras.
«Ya a las 6:00 de la tarde esto parece un desierto, las calles están solas porque hay muy poca iluminación, sólo las que nosotros mismos colocamos en frente de nuestras viviendas para iluminar la entrada, del resto ningún poste cuenta con bombillos», aseveró.
En cuanto a la seguridad, Alarcón señaló que de vez en cuando los funcionarios policiales hacen sus operativos por la zona para así mantener el orden público bajo control, sin embargo, los malvivientes hacen de las suyas de vez en cuando.
NO LLEGAN LOS BENEFICIOS
En este mismo orden de ideas, María de Alarcón declaró que son pocos los beneficios sociales que llegan al populoso sector palonegrense, por lo que hizo un llamado a la gobernadora a que cumpla con su promesa de atención al pueblo.
«Las bolsas del CLAP nos llega muy poco y el gas ni se diga, podríamos decir que eso es nulo en la zona, si llega tres veces al año es mucho, nosotros como comunidad no contamos con eso, resolvemos de otra forma, porque sino imagínese», lamentó.
Finalmente, espera que los entes competentes den prioridad a las problemáticas presentadas en las comunidades, al mismo tiempo instó a los organismos a dejar de hacer eventos y fiestas ostentosas y poner atención a la decadencia de los servicios públicos en la municipalidad.
HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo
