Un vil asesinato se cometió en la mañana de este lunes contra un ciudadano en La Morita I del municipio Francisco Linares Alcántara del estado Aragua.
Según fuentes consultadas por los reporteros, el crimen ocurrió exactamente a las 10:30 de la mañana en la calle Alberto Carnevalli, frente a un taller mecánico, de portón blanco, y a dos cuadras aproximadamente de la Universidad de Carabobo.
La víctima de ese hecho de sangre respondía al nombre de Gerardo Enrique Algelvis Izquierdo.
De acuerdo a los datos recabados en el sitio del suceso, Algelvis era un destacado profesor de una reconocida institución educativa y en sus tiempos libres se dedicaba a la actividad comercial como una forma de buscar dinero extra para mantener a su familia y cumplir con algunas obligaciones cotidianas de la vida misma.
Alternaba las dos responsabilidades laborales, y este lunes, luego de realizar algunas diligencias personales en la jurisdicción, se trasladó en un vehículo hasta el taller mecánico a llevar unos repuestos.
Al parecer, allí vive su suegra, y mientras se dirigía caminando al referido establecimiento, unos desconocidos le salieron al paso y tras sostener algunas palabras fuera de tono, recibió al menos seis disparos en distintas partes del cuerpo.
Su muerte se produjo en el acto, ya que la mayoría de los proyectiles impactaron en su cavidad craneal y a nivel pectoral. Su cuerpo quedó tendido en plena vía pública y a pocos metros de la entrada del taller, según la visualización del escenario.
Sobre el hecho se manejan varias hipótesis. Una de ellas se inclinaría a una presunta venganza; en segundo lugar, una muerte por encargo y la tercera versión se orientaría a un robo.
Seguidamente la noticia del crimen corrió como pólvora por todo el barrio La Morita I e inmediatamente hicieron acto de presencia los vecinos de la zona, conocidos de la víctima y familiares, así como los funcionarios de la Policía Municipal de Francisco Linares Alcántara que se encargaron de resguardar la escena del crimen.
Poco después se presentaron las unidades de investigación criminal, adscritas a la base de Homicidios de San Pablo, con sede en Turmero, iniciando las averiguaciones del caso y levantando el cadáver que fue trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forense con sede en Caña de Azúcar.
Los sabuesos tomaron declaraciones de los familiares y amigos de la víctima, con la intención de elaborar los retratos hablados de los presuntos sospechosos.
Testigos mencionaron a dos personas que se apersonaron a ese sitio a pie, y una vez que observaron al docente, procedieron a ejecutarlo a tiros. Luego de los hechos sangrientos emprendieron la huida con rumbo desconocido, según la información proporcionada a los periodistas.
Sacando conclusiones del caso, se permite informar lo siguiente: ¿Será qué los malvivientes iban persiguiendo al profesor comerciante y éste no se dio cuenta?
Su crimen estaría vinculado con la actividad de la docencia o comercial. Son tantas interrogantes y preguntas que se formulaban los familiares lo siguiente: ¿Por qué lo habrían matado?
Sin embargo, las respuestas a esas interrogantes están en manos de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Turmero.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
