Venecia sufre su peor inundación desde 1966

La basílica de San Marcos inundada, palacios, museos, hoteles y tiendas con el agua casi hasta las rodillas, góndolas arrastradas a la riba, la ciudad paralizada y un muerto. La marea alta sufrida la noche del martes en Venecia ha dejado la ciudad sumida en el caos, como en 1966, cuando l’acqua alta de 194 centímetros la anegó y provocó serios daños en el patrimonio arquitectónico y artístico.

El gobernador de la región, el liguista Luca Zaia, habla ya de “una devastación apocalíptica” y ha pedido al Gobierno ayuda urgente y la declaración del estado de emergencia. Pero la crisis no ha pasado todavía y esta mañana se espera otra marea altísima, de hasta 160 centímetros.

En medio del desastre, aparece el cambio climático como uno de los culpables principales de que los episodios de mareas de este calibre se hagan cada vez más frecuentes e intensas. El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, escribió en su cuenta de Twitter, mientras recorría anoche la Plaza de San Marcos: “Esta vez la situación es verdaderamente grave, un viento soplaba fortísimo y alimentaba la marea. Estos son los efectos del cambio climático”.

El regidor se suma así a las advertencias de científicos expertos sobre un aumento acelerado e imparable del nivel del mar. El Mediterráneo ha crecido entre 20 y 25 centímetros desde principios del siglo XX, como recuerda Gabriel Jordà, científico del Centro Español de Oceanografía de las Islas Baleares y uno de los autores de una investigación que muestra cómo la subida del nivel del mar haría aumentar la frecuencia de inundaciones o acqua alta en la ciudad de Venecia a final de siglo.