Las fiestas decembrinas ya casi están en puerta y con ellas el sabor de la preparación de los diferentes platos tradicionales, entre los que destacan las hallacas, ensaladas de gallina y pollo, pan de jamón y pare de contar. A pesar de eso, las amas de casa aseguran que en esta ocasión continuar con la costumbre no está nada fácil por los altos costos que mantienen los materiales para sus elaboraciones.
Y es que con el sólo pisar el último mes del año, ya son muchos los ciudadanos del eje Este que comienzan a saborear e imaginarse sus platos preferidos y por tanto ir buscando los precios que se ajusten a su bolsillo. Sin embargo, los costos que han conseguido los han dejado «boquiabiertos», obligándolos a ingeniárselas para hacer lo que puedan, siendo el mejor plan, armar una «vaquita» con los familiares que les quedan.
«Yo este año espero en familia realizar un poquito de hallacas y bollos, que es lo principal. Nos hemos reunido todos mis hermanos y comenzamos a repartimos las compras, entre dos compran las pasas, aceitunas y alcaparras, otros dos compran la carne y yo me encargaré de las harinas y condimentos, pues los he guardado desde agosto. Lo importante es poder seguir nuestras tradiciones y estar en familia», expresó María Martínez.
La señora Gloria Urbina agregó, «en mi familia hemos estado reuniéndonos desde el año pasado para hacer estos platos, este año será un poco más difícil, ya que somos pocos los que quedamos. No obstante, reunimos algunos amigos y comenzamos la recolecta de los materiales, para así tener una Navidad tranquila. No es lo que se está acostumbrado, pero es lo que nos toca».
Por su parte, Luis Romero aseveró, «ya viene diciembre, época que antes significaba alegría y ahora sacrificio. En particular yo sí haré mis platos navideños en pocas cantidades, pero sí haré alguito, ya desde abril compré un muchacho y lo tengo congelado, ahora en familia estamos buscando precios y arreglando qué pondrá cada uno, es la única forma que tenemos de pasar una Navidad como la merecemos.
En resumidas cuentas, los que residen en esta parte de la región aragüeña, se encuentran desde ya uniéndose para buscar la preservación de esta alegre tradición y por consiguiente hacer que la misma trascienda de generación en generación. Esto sin dejar a un lado, que la estrategia también les funciona para preservar los valores familiares.
«Familia que prepara comida unida y come unida, permanece unida», exclamó Guillermo Madriz.
DANIEL MELLADO | elsiglo
